El río Uruguay será objeto por dos años de análisis físico-químicos y bacteriológicos, que realizarán de manera conjunta los organismos estatales de la provincia, el Instituto Correntino del Agua y del Ambiente (Icaa) y el Ente Regulador Administración de Obras Sanitarias Corrientes (Aosc).
Ante la existencia de floraciones algales en el río Uruguay y la posible aparición de cianobacterias, que pueden afectar a localidades que utilizan el recurso hídrico para producir agua potable, los organismos provinciales firmaron un convenio mediante el cual monitorearán el río por dos años.
El estudio permitirá determinar alertas tempranas para implementar planes de contingencia en las plantas potabilizadoras, caracterizar efluentes y disponer de información veraz en cuanto a capacidad de carga y autodepuración del río Uruguay.
Los titulares del Icaa, Mario Rujana, y de la Aosc, Juan Pedro Zubieta, recalcaron la importancia del trabajo en conjunto debido a que la problemática requiere un conocimiento profundo de toda la cuenca.
Destacaron que el estudio permitirá obtener referencias certeras en emergencia y el conocimiento de potenciales alteraciones.

Trabajo coordinado
El desarrollo de las acciones será de manera coordinada, los análisis físico-químicos, bacteriológicos y protistológicos de las muestras se realizarán en el laboratorio de la Aosc.
Entre las caracterizaciones físico-químicas, se estudiarán color, olor, turbiedad, sólidos sedimentables, conductividad, así como ph, alcalinidad, cloruros, dureza, calcio, magnesio, nitrógeno de nitritos, de nitratos y amonio, detergentes, sulfatos, fósforo de ortofosfato, oxígeno disuelto, demanda química de oxígeno, toxinas algales.
En tanto que las características microbiológicas serán: determinación de coliformes totales, coliformes fecales, pseudomonas y enterococos, identificación y recuento de algas y características hidrológicas.
Durante dos años se efectuará el seguimiento de los parámetros seleccionados. Las estaciones de monitoreo serán seis, que estarán ubicadas a la altura de las localidades Garabí, Santo Tomé, Paso de los Libres, Monte Caseros, en Corrientes, y en las misioneras El Soberbio y Panambí.
La frecuencia será mensual en la época estival, aunque podrá aumentar en los casos de detección de cianobacterias.