El Gobierno anunció el potenciamiento del sector agrícola, con un apoyo especial que dirigirá a los pequeños productores; pero el aumento de la degradación de suelos pone en duda la ejecución del proyecto, lo que influirá también en la seguridad alimentaria de Bolivia.
Según el Centro de Investigación y Apoyo Campesino (Cipca), a pesar que Bolivia ratificó en el año 1996 el Convenio Internacional de Lucha Contra la Descertificación, a la fecha no se han tomado medidas efectivas para frenar o mitigar procesos de degradación de suelos.
La degradación de suelos amenaza la seguridad alimentaria, lo que puede encarecer los precios de los principales productos agropecuarios y aumentar la inflación.
DEGRADACIÓN
Un estudio señala que el 41% de los suelos del territorio nacional están degradados; el 22% se encuentra en situación de fuerte a grave, siendo siete los departamentos más afectados: Chuquisaca, Potosí, Oruro, Cochabamba, Tarija, Santa Cruz y La Paz.
Los suelos se degradan debido a la baja progresiva del nivel de fertilidad de la tierra (erosión) y la contaminación, entre otros factores.
Los suelos se pierden (erosionan) al ser lavados fácilmente por el viento y la lluvia, por no tener cobertura vegetal o algún tipo de protección; en nuestro país, esta situación se agrava con las constantes sequías e inundaciones.
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