Pasaron siete meses desde que la intensa lluvia del 28 de febrero dejó a cientos de hogares platenses bajo el agua. La inundación no está en boca de los vecinos, como lo estaba en ese entonces. Sin embargo, en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) siguen advirtiendo sobre la falta de una plan eficaz para prevenir que el fenómeno vuelva a ocurrir.
Jorge Lanfranco es investigador de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales. Y, desde que egresó en los años ‘70 de esa unidad académica, viene especializándose en el estudio de los suelos. “Uno no termina de aprender nunca. Con 60 años de edad me da la sensación que el aprendizaje es una cuestión continua de evolución”, dice a Hoy.
En la cátedra de Edafología, donde es profesor titular, desarrolla estudios relacionados con la problemática del cre-
cimiento urbano, la decapitación de los suelos, las regulaciones en el uso del territorio y las inundaciones en la región.
“La Municipalidad ha puesto en marcha un plan de saneamiento de los arroyos. Pero ya la palabra saneamiento implica un concepto que nos disocia cada vez más del recurso natural”, considera.
El experto de la UNLP también afirma que la limpieza y el entubamiento de los arroyos no son una solución para las inundaciones en la ciudad.
-¿Qué investiga actualmente?
-Tenemos un proyecto que se denomina diagnóstico y tratamiento de suelos modificados antrópicamente. Los suelos, cuando se los usa con la idea de obtener recursos económicos sufren un impacto que es antrópico. Es decir, generado por el hombre.
Nuestra idea es visualizar qué le ocurre al recurso cuando se lo utiliza, diagnosticar algunos aspectos que lo están perturbando e intentar algunos tratamientos. La profesora Mabel Vázquez, por ejemplo, dirige un grupo relacionado con la visualización de la acidificación de los suelos. Este fenómeno es el resultado de la exportación de los nutrientes, como calcio y magnesio, a través de las cosechas. Esa exportación podría conducir al agotamiento de los suelos.
La otra línea de investigación está relacionada con las áreas subrurales en donde se observa el impacto que produce la decapitación de los suelos. Esto trae aparejado la eliminación del horizonte superficial del suelo que puede ser utilizado para la agricultura, la ganadería o para cualquier otro fin como la fabricación de ladrillos o el rellenamiento de parques y jardines.
-¿Qué impacto genera?
-En las zonas periurbanas trae aparejado cambios del paisaje, de la vegetación y también aspectos de la dinámica hídrica. Estas son las que se visualizan cada vez más en la ciudad con la problemática de las inundaciones.
Generalmente, al eliminarse el horizonte superficial más rico en materia orgánica el que queda a la vista es bastante más arci-
lloso.
Cualquiera que haga un pozo con una pala en la zona va a advertir que, en la parte más profunda de la herramienta tras la primera palada, comienza a aparecer material arcilloso que es más impermeable. Si queda expuesto es porque no almacena el agua y esta corre, escurre y puede conducir a las inundaciones.
-¿El Municipio tomó alguna medida para prevenir nuevas inundaciones en la región?
-El hombre es el único ser, aparentemente, que puede tropezar con la misma piedra dos veces o más. En el caso de la dinámica hídrica se visua-
lizan sus efectos cuando estamos con el agua al cuello. El tema toma reciedumbre cuando nos inundamos y después desaparece. Sólo quedan los reclamos de los vecinos y los juicios que tiene el Estado por no haber previsto esto.
El Municipio es el encargado del manejo del uso del territorio, a través del código rural bonaerense. A pesar de existir muchas leyes que intentan protegerlo este manejo es defectuoso. La utilización es irregular e ilegal. Y dejo excluida la crítica a las actuales autoridades municipales porque este manejo deviene prácticamente de todas las administraciones.
Las leyes prevén que no deben utilizarse para la construcción de afincamientos definitivos las áreas aledañas a los arroyos que son zonas de inundación. Esto tiene una gran falla porque frecuentemente son ocupadas por construcciones que están legitimadas por escrituras públicas. Ha habido ignorancia en la aplicación de estas cuestiones. El propietario de una casa que se inunda no tiene porqué saber que la compró en un lugar que no correspondía.
Las inundaciones en La Plata coinciden con una mezcla de ignorancia y de intereses. A veces, en un país como el nuestro, cuando la ignorancia favorece intereses da la sensación de que hay mala intención.
-¿Ignorancia e intereses de quienes, concretamente?
-Ignorancia pública. E intereses de algunos que, conociendo esa ignorancia, se aprovechan de aquellos que no están en conocimiento de la problemática. Concretamente, cuando se subdividen tierras en lugares inundables con el fin de construir edificios o para planes como el Fonavi.
Toda la planicie de inundación del arroyo Maldonado, por ejemplo, es una lamentable distracción, entre comillas, del Estado que condena a un importante número de vecinos a vivir en condiciones indignas. Y cuando se producen las inundaciones se vuelve a gastar recursos para eliminar el curso de agua o, como el proyecto del Maldonado, se entuba el arroyo.
Así se produce todo un circulo vicioso porque los políticos buscan luego captar el voto de la gente en las elecciones por las obras que se realizan. Y en realidad no tendría que hacerse ninguna, sino dejar que el recurso natural sea un espacio verde abierto para que la gente pueda utilizarlo como lugar de esparcimiento.
En el caso de La Plata, la Municipalidad ha puesto en marcha un plan de saneamiento de los arroyos. Pero ya la pa-
labra saneamiento implica un concepto que nos disocia cada vez más del recurso natural. En principio, el arroyo no está enfermo, sino el proyecto que hace el hombre sobre el territorio. Cuando se habla de saneamiento, generalmente, lo que se hace es agredir nuevamente al recurso.
-¿Cómo se lo agrede?
-Por ejemplo, en el perfilado del arroyo. Es decir, limpiarlo para que el desagüe sea más rápido. Eso lo único que produce es que lleve más cantidad de agua, mientras tanto la tierra que se sacó de las partes internas del arroyo se depositan a los costados generando camellones que, paisajísticamente, son lamentables. También lo son hidraúlicamente porque evitan que las áreas aledañas al arroyo puedan mandar sus aguas al curso. En definitiva, se entuba la problemática de anegamiento en las áreas próximas a los arroyos.
-¿Qué propone usted?
-Desde la cátedra exigimos que el Municipio, a través de las actuales y futuras autoridades, cuando se trate de eliminar el exceso de agua se lo haga luego de haber realizado muchos esfuerzos en almacenarla.
El agua dulce es de una escasez llamativa dentro de la naturaleza. Por eso hay que almacenarla y utilizarla con inteligencia. En cambio, en la región más bien propi-
ciamos su eliminación. Estamos impactando negativamente sobre el territorio impermeabilizándolo. En La Plata no existen espejos de agua donde se preserve la misma.
En este momento se están vendiendo fracciones de tierra en la zona del Barrio Parque Sicardi. Y lo negativo es que, antes de vender los lotes, se está sacando el manto de tierra humífera que existe en la superficie. El crecimiento de la urba-
nización trae aparejado la decapitación. Además que su extracción está prohibida por el código rural.
Tenemos que evitar que, ante nuevas zonas de desarrollo, no se respeten las condiciones que están en la legislación vigente respecto al uso del territorio.
Quién es, qué hizo
Jorge Washington Lanfranco es ingeniero agrónomo, egresado de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP, 1973.
n Profesor titular ordinario, con dedicación exclusiva, de la cátedra Departamento de Manejo de Suelos y Aguas de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNLP. Area Edafología.
n Algunos proyectos acreditados en el Programa de Incentivos:
- Director A151 UNLP. Diagnóstico y tratamiento de suelos modificados antrópicamente. Acreditado 2005-2008.
- Codirector (11A/ 148), Populus ssp: silvicultura en la zona continental
y delta de la provincia de Buenos Aires. Director: Raúl Marcos Marlats. Informe final aprobado
- Director 11/A130 UNLP. Diagnóstico y tratamiento de suelos con proble- mática de nutrientes básicos, 2002-2004. Informe final aprobado
- Director 11/A091 Identificación de suelos ácidos en la Provincia de Buenos Aires. Diagnóstico y pautas de tratamiento para la producción sustentable. 1999-2001. Informe final aprobado
Algunos subsidios recibidos :
- Secretaría de Extensión UNLP, resolución año 2007. “Capacitación para el reciclado de residuos orgánicos, fuente de sustratos, abonos y acondicionadores de suelos degradados en el ámbito de servicio Penitenciario Bonaerense”.
- “Estudio de suelos y sustentabilidad del sistema productivo. Análisis y evaluación del Centro de Validación de Tecnología, Laguna Yema” Convenio FCA y F-Provincia de Formosa - Centros de Validación de Tecnologías (Ce. de Va.) Director de proyecto financiado por CFI.2005-2006.
- Secretaría de Extensión UNLP. resolución año 2004. “Lombricultura practica, para el manejo de residuos orgánicos”
- Secretaría de Ciencia y Técnica de la UNLP.
- Escuela Agropecuaria y Municipio de General La Madrid. Provincia de Buenos Aires. Curso de Extensión “Su campo puede rendir más”, 2000.
- Secretaría de Extensión UNLP. Cursos de capacitación “Sistemas Silvopastoriles (SSP): Alternativa Sustentable Para La Mejora De La Calidad De Vida De La Población Rural De La Depresión Del Salado, Provincia De Buenos Aires”.
Distinciones y premios:
- Padrino de promoción Universitaria, Ingeniería Agronómica, FCA y F. 2002-2004-2005.
- Mención por trabajo “Rehabilitación de Rellenos Sanitarios con Recursos Fitogenéticos Naturalizados”. Comité evaluador Congreso Argentino de Saneamiento y medio Ambiente. Desarrollo Sustentable en Tiempos de Crisis, 2003.
- Mención Premio Emprendedor Agropecuario. Banco Francés. “Problemática Regional de la Acidificación de los Suelos en la Pampa Húmeda”, 2001.
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