Se trata de pequeños productores independientes y representantes de distintas cooperativas de trabajo y organizaciones no gubernamentales pertenecientes al departamento chaqueño de General San Martín.
Según dijeron a Infobae.com, el principal objetivo es explicarle al Gobierno Nacional "que no todos los productores gozan de miles de hectáreas con infraestructura para afrontar las contrariedades presentadas por la naturaleza".
Estos ruralistas se mostraron confiados ante la posibilidad de una respuesta "inmediata y muy positiva" del gobierno debido a que la Secretaría de Agricultura admitió en las últimas horas que en algunas zonas del país -Chaco incluído- la sequía "tiene características catastróficas".
En los últimos días se registraron algunas precipitaciones que, según los productores, sólo trajeron fuertes vientos y tierra: "Tuvimos lluvias de entre 2 y 6 milímetros, cuando el déficit que tenemos es de 700 milímetros", explicaron.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), realizó un estudio hace un par de semanas atrás y estableció que el norte de Santa Fe, el este de Santiago del Estero y la provincia del Chaco son los territorios que más asistencia económica necesitan.
El Estado giraría 130 millones a esas zonas para contrarrestar las pérdidas, principalmente, en las cosechas de trigo y la producción ganadera que en lo que va de 2008 habría descontado 165 mil cabezas en Chaco, 330 en Santa Fe y 180 mil en Santiago.
Trascendidos de los pasillos de Casa Rosada lanzaron que el Gobierno analizaría anunciar junto a los productores chaqueños el nuevo plan ganadero que por estas horas es "pulido" por el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi.
La problemática registra como antecedente a 1939, año en el que, según dicen, "se secó hasta la última laguna" y ahora los expertos sostienen que llevará entre 4 y 5 años revertir la crisis porque a la mortandad de hacienda se suma el bajo pesaje de los animales, que se traducirá en una merma de entre el 30 y 40 por ciento de preñez para 2009.
Además de la sequía, los productores pecuarios de esas provincias se ven amenazados por la fiebre aftosa, ya que al no poder comercializar los animales por la baja calidad de la carne flaca, no pueden acceder a las vacunas para evitar que lo animales contraigan el mal.