El problema más serio de la sequía se ha disipado. En tres semanas cayeron lluvias de entre 5 y 25 milímetros que, si bien todavía no revierten completamente el déficit hídrico, a medida que se acumulan van mejorando la situación.
Los daños en trigo son irreversibles y en lechería se comenzará a recuperar lentamente la zona más duramente castigada, el noreste provincial, en torno a Morteros. El trigo cayó a 590.000 hectáreas: el año pasado fue de 1.149.000 hectáreas. Además, la falta de lluvias ha resentido los rindes. De modo que con suerte Córdoba cosechará un millón de toneladas, contra 3,3/3,5 millones el año pasado.
Otra consecuencia es el retraso del inicio de las siembras de maíz. Según la Bolsa de Cereales de Córdoba, promediará un 25 por ciento el retroceso de área.
Buenos Aires. Unos seis millones de pesos destinados por el gobierno nacional a paliar las consecuencias de la sequía en la provincia comenzarán a llegar esta semana para distribuir entre los municipios de Carlos Tejedor, General Villegas, Trenque Lauquen, Florentino Ameghino, Carlos Pellegrini, Rivadavia, Saliqueló, Tres Lomas y Leandro N, Alem, según informaron a lanacion.com fuentes del gobierno provincial.
Estas partidas son consideradas insuficientes por los ruralistas: en la provincia de Buenos Aires los efectos de la sequía ya provocaron pérdidas económicas por más de $ 900 millones.
Las lluvias registradas la semana que pasó apenas alcanzaron para atenuar el fenómeno que se siente con mayor intensidad en el Sur del territorio provincial.
"Desde Bahía Blanca hacia Patagones los productores vienen soportando una sequía fenomenal. Estuvo lloviendo la última semana, pero no alcanza", dijo a lanacion.com Jorge Srodek, vicepresidente de Carbap.
"El trigo viene muy afectado por la seca. Se calcula una cosecha de entre 10 y 11 millones de toneladas contra 16 millones de toneladas levantadas en la última oportunidad", dijo Luciano Miguens de la Sociedad Rural.
El subsecretario de Asuntos Agrarios de la provincia, Fernando Vilella, había hecho, hace menos de un mes, un cálculo parcial que ubicaba las pérdidas en la provincia en $ 340 millones. Sin embargo, ahora, el funcionario rectificó y completó dicha evaluación y elevó el guarismo a $ 900 millones. Además, consideró que las variables que influyen en la situación son la menor superficie cultivada, la pérdida de cabezas y una eventual disminución en el rendimiento promedio de ciertos cultivos.
Vilella remarcó la fuerte retracción en el sector ganadero, que se combina con los bajos precios de mercado, y que implica la pérdida, en el último año de un millón de cabezas. "El problema principal es que el 70 % son hembras, vacas y vaquillonas. Entonces, por un lado, tenemos cerradas las exportaciones de vaca en fresco lo que hace bajar fuertemente el valor de este tipo de animales; y, por otro, el ternero está valiendo semejante a hace dos años, cuando la carne en el mostrador valía la mitad", señaló.
Esta semana, la Comisión de Emergencia y Desastre Agropecuario de la Provincia de Buenos Aires (Cedaba), declaró el estado emergencia y desastre agropecuario por sequía en los partidos de Ramallo y San Nicolás, y prorrogó la emergencia en Baradero y San Pedro. A su vez, el organismo solicitó la declaración de emergencia por sequía para Pellegrini y declaró la emergencia en los partidos de Coronel Dorrego y Coronel Rosales.
Frente a lo crítico de la situación, se adelantó la convocatoria para una nueva reunión de Cedaba para el próximo 14 de octubre –estaba prevista para el 31 del próximo mes- y, de ese modo, poder evaluar el estado del trigo en las distintas regiones de la provincia.
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