El equipo de profesionales del Instituto de Tierras, Agua y Medioambiente (Itama) de la Universidad Nacional del Comahue (UNC) elaboró una propuesta especial para revertir los serios problemas que presenta en la ciudad de Neuquén el servicio de agua potable que brinda el Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS). La iniciativa permitiría tanto monitorear en vivo el estado de todo el sistema, como anticipar inconvenientes y determinar las mejores refacciones a realizar.
El sistema consiste en la informatización de todos los planos de redes y bombeos que posee el EPAS, ya que según advirtió el director del Itama, Federico Horne, "la mayoría de los planos del EPAS están en papel, no están siquiera organizados y ocupan una habitación entera". El especialista señaló que esta carencia de un sistema que integre las modificaciones y ampliaciones realizadas a la red original de la ciudad, conformada por miles de kilómetros de cañerías, llevaron a que "en el EPAS se manejan más por experiencia que por conocimiento, y según ellos mismos reconocen, es como manejar un vehículo que tiene los vidrios pintados de blanco".
En detalle la propuesta radica en volcar a un sistema informatizado todo el funcionamiento de la red. "De esta forma se obtienen tres beneficios: primero se ven los defectos de la red, luego sirve para planificar el crecimiento de la misma red, y por último con el uso de estas herramientas informáticas se puede determinar cual es mejor y más económico arreglo a realizar", indicó Horne.
La propuesta fue presentada a las autoridades del EPAS a mediados de setiembre y se espera que en el transcurso de este mes sea aprobada, ya que según advirtió Horne "la gerencia del EPAS se mostró muy interesada en las reuniones de trabajo que hemos tenido". El especialista explicó que "esta es una iniciativa que parte desde la universidad, porque después de todo ese es el objetivo de la universidad, ayudar a solucionar los problemas que tiene la sociedad".
"El gran problema que tiene Neuquén en que creció de forma no planificada, agregando cañerías y baypases sin planificación", indicó Horne y destacó que "esto hizo que la red sea tan compleja que es inmanejable y hay partes que no se conocen bien".
La ingeniera en Recursos Hídricos Gabriela Polla, destacó que "si bien este no es el mayor desafío que hemos afrontado desde el Itama, se trata de una propuesta de gran envergadura que llevará un año de trabajo a un grupo de nueve especialistas y seis becarios".
Horne explicó que "creemos que el nuevo sistema tendría que ser manejado por los empleados del EPAS, y no por una empresa privada, porque también llevará a una reducción en la cantidad de empleados".
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