El río Paraná en la costa de la capital de la provincia perdió en los últimos 15 años, cuentan los pescadores, un 70% de cantidad y variedad de peces.
La situación sigue siendo complicada y a esta altura del año cuando comienza subir la temperatura se empiezan dar casos de mortandad de peces.
Las lagunas que se forman en las islas comienzan a cercarse y los pescados no alcanzan a salir. Es un golpe más a las diferentes especies que habitan el Paraná y las personas que viven de la pesca.
En las costas de Santa Fe se avistaron durante el fin de semana una gran cantidad de ejemplares muertos y buscaron las explicaciones por el bajo caudal del río debido a la falta de lluvias que afecta la región.
En la provincia no se detectaron situaciones similares, aunque es conocida la falta de especies.
El técnico de Recursos Naturales de la Provincia, el ingeniero Roque Fernández, consultado por UNO aseguró, que luego de realizar una campaña de 14 días estudiando el comportamiento del sábalo, no se encontró una situación similar a la que se vive en la costa santafesina: “Recorrimos el Paraná por las lagunas de Victoria y por suerte no advertimos la mortandad de peces. Si bien hay muy poca agua, las especies todavía no corren peligro”, sentenció.
En las islas de Diamante el representante de una de las empresas de excursiones de pesca, descartó la aparición de peces muertos, aunque agregó: “Hay muy poca agua, pero el pescado va buscando la correntada. Es imposible que padezca la falta de oxígeno. A nosotros nos perjudica porque se van los cardúmenes en busca de aguas profundas”, aceptó el guía turístico que está en la isla desde hace tres días.
En esta época del año los turistas realizan escapadas de pesca a diferentes puntos de la provincia. En Diamante todavía subsisten, en la capital de la provincia los visitantes optan por realizar un recorrido recreativo por el río. Faltan peces en estas costas y se vuelve monótona la actividad.
Cosita Romero coordinador de Los Baqueanos del Río, pescadores que desde hace algunos años diversificaron su actividad por la falta de pescados, aseguró: “El 80% de los turistas viene por la actividad recreativa. Se perdió la pesca en el río Paraná”.
Con la nueva actividad Los Baqueanos están saliendo, cuatro días a la semana, con turistas que requieren sus servicios. Romero descartó la muerte de pescados, aunque fustigó: “En Santa Fe no se mueren los peces por la falta de agua. Todos sabemos que en el Paraná y en el Salado hay mucha contaminación. La ocultan diciendo que los peces mueren por falta de oxígeno en el agua”.
dato
• Dos años atrás, una profunda bajante y la mortandad de sábalos en la costa, generó un grave perjuicio ictícola y económico para los pescadores.
• el número
1,98 Metros es la altura del río Paraná frente al Puerto Nuevo.
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