Finalmente ayer los defensores del Pueblo de Tucumán, Jorge García Mena, y de Santiago del Estero, Darío Alarcón, concretaron el esperado encuentro con la secretaria de Medio Ambiente de la Nación, Romina Picolotti para plantearle un tema preocupante: las consecuencias ambientales que el proyecto minero de Agua Rica (Andalgalá, Catamarca) traerá aparejadas en la región.
Junto a las distintas protestas que vienen realizando vecinos de las provincias del NOA, la preocupación crece si se tiene en cuenta que este emprendimiento minero, en manos de la empresa canadiense Northern Orion, será tres veces más grande que el de Minera Alumbrera. García Mena llegó a la mesa de Picolotti con estudios elaborados por diferentes profesionales que alertan sobre los riesgos que representa para la región el proyecto minero de gran envergadura.
Días antes del encuentro, el ombudsman tucumano explicó que iban a pedir especificaciones de la inversión minera en cuanto al impacto ambiental, las medidas preventivas ante la etapa de explotación y cómo se verán afectados los pueblos ubicados en la cercanía a la mina, entre otros puntos. Hasta el cierre de esta edición, primerafuente intentó infructuosamente comunicarse telefónicamente con los defensores del Pueblo para conocer los resultados de la reunión con Picolotti.
Ya en declaraciones realizadas el mes pasado, Alarcón había adelantado su rechazo a las tareas de exploración y explotación de la empresa minera y “a cualquier nuevo emprendimiento minero que de una u otra manera otorgue a esa actividad derechos a servirse en forma indiscriminada directa o indirectamente de los recursos naturales y acuíferos existentes, en la región de explotación, sin control directo del Estado”.
Mientras tanto, desde Santiago del Estero siguen las voces en contra de este emprendimiento de capitales canadienses. “Agua Rica es la amenaza más grave desde la conquista hasta los días actuales para los santiagueños”, lanzó el especialista Guillermo Tarchini en el marco del Foro Ambiental de Santiago del Estero que se realizó el lunes en esa provincia, según publicó el matutino santiagueño Nuevo Diario. El profesional remarcó que la contaminación con metales del río Dulce va a traer como primer efecto la desaparición de la fauna ictícola que ya se puede apreciar en Las Termas, “ya que la ausencia de peces se va a hacer extensiva a lo largo del Mishky Mayu”.