La Escuela 57, de 898 y 863 en el barrio Los Eucaliptos de San Francisco Solano, se encuentra atravesando una difícil situación en torno a las filtraciones que sufre la institución ya que la planta depuradora de desechos se encuentra inutilizable, situación que provoca que todos los desperdicios que salen de la escuela terminen en el arroyo colindante a la dependencia educativa solanense.
En este marco, además de contar con la planta depuradora fuera de funcionamiento, la institución también tiene problemas con filtraciones de humedad en las paredes y techos e inconvenientes serios con la instalación eléctrica, en una escuela primaria a la que acuden cientos de chicos de una de las zonas más humildes de San Francisco Solano; tal es así que la matrícula de la escuela asciende a más de 550 alumnos, que tienen que convivir a diario con esta dura situación que les toca atravesar.
Según expresan desde la institución, los problemas son una herencia histórica de falta de mantenimiento que sufre la entidad educativa, fruto del olvido de las autoridades encargadas de mantenerla en pie para la gran comunidad de alumnos que tienen a esta escuela como única posibilidad de llegar al acceso a la educación.
Una de las demandas históricas insatisfechas de la institución educativa es la puesta en funcionamiento de la planta depuradora de líquidos cloacales, la cual está hace años fuera de funcionamiento y lo que produce es que todos los desechos cloacales y el agua procedente de la cocina son descartadas sin tratamiento previo a la desembocadura del arroyo Las Piedras, colaborando con la contaminación del mismo y haciendo que muchos chicos –que ante las altas temperaturas e ignorando las advertencias de la alta contaminación del curso acuífero- se bañan en las aguas del mismo, exponiéndose a miles de factores contaminantes.
A pesar del fuerte trabajo que se hace desde las aulas tratando de inculcar los problemas de la contaminación en los chicos, lamentablemente por descuido la escuela no puede pregonar con el ejemplo. Asimismo, la situación de los chicos ingresando a las aguas del arroyo es un tema que preocupa mucho a las autoridades, ya que la misma recibe desechos sin tratamiento y genera cientos de factores infecciosos que pueden afectar en la salud de los chicos.
En este marco, las autoridades de la escuela señalaron que se han realizado miles de reclamos al Concejo Escolar local y a las autoridades provinciales, pero el paso de los años y el recambio de autoridades no han logrado que esta situación de la planta fuera de funcionamiento cambie.
Así, la planta depuradora de aguas cloacales y residuales continúa olvidada en un costado en el patio de la escuela, entre el pasto alto y un precario alambrado, como esperando que alguien venga a repararla mientras el medio ambiente con el que convive una populosa fracción de habitantes solanenses se sigue deteriorando día a día.
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