La Municipalidad Provincial de Puno incluirá dentro de su proyecto de descontaminación de la bahía interior del lago Titicaca una propuesta presentada desde la Universidad Nacional del Altiplano (UNA) consistente en el uso de microorganismos o bacterias "positivas" con tal fin.
El alcalde de la referida jurisdicción, Luis Butrón, indicó a la Agencia de Noticias Andina que la propuesta en cuestión coincide con la política emprendida sobre este tema desde su comuna.
En tal sentido, la municipalidad brindará un financiamiento inicial de 250 mil nuevos soles para la puesta en marcha de la mencionada iniciativa.
Butrón dejó constancia de esta decisión tras reunirse esta tarde en la sede del Concejo Provincial con representantes de la UNA y con los gestores del proyecto, que ya ha sido aplicado con éxito en otras latitudes.
Las características del mismo fueron expuestas horas antes en la sede de la UNA por el científico japonés Keita Kahuma y el hondureño Francis Reyes.
El primero explicó que el proyecto consiste en utilizar microorganismos de naturaleza positiva o beneficiosa (Microorganismos Eficaces o EM, según sus siglas en inglés), unificados mediante un método inventado por su compatriota Teruo Higa.
Estos incluyen, entre otros, a la bacteria del acido láctico, la bacteria fotosintética y la levadura.
Al sumergírseles dentro del agua contaminada, éstos eliminan paulatinamente a los microorganismos tóxicos que allí se encuentren, añadió.
Dijo también que dicho mecanismo ya se probó en diversos lugares del mundo, tanto para descontaminar lagos como para mejorar la producción de alimentos orgánicos.
A Nicaragua, Guatemala, Kenia, China y Japón también se suman, en el Perú, las zonas costeras de Ancash, Lambayeque y Piura, donde hay varias empresas dedicadas a la actividad agrícola que lo emplean, manifestó por su parte Francis Reyes, representante en el Perú de la tecnología desarrollada por Teruo Higa.
Según el Proyecto Especial del Lago Titicaca, la contaminación afecta solo al 1 de este lugar y deriva de las aguas servidas que desembocan allí a través de numerosos colectores y desde plantas de tratamiento de los deshechos generados desde Puno y Bolivia, así como de los relaves mineros que van a los ríos Suches y Ramis.
La primera parte del proyecto busca que se utilicen los EM en las lagunas de oxidación a las que llegan las aguas servidas antes de ser derivadas al lago. Al quedar éstas libres de componentes tóxicos, ya no contaminarán a este último.
Esta fase se desarrollaría en aproximadamente seis meses, manifestó Kahuma.
Una segunda etapa implicaría la distribución del EM entre la población de Puno para ser utilizados como un desinfectante en sus baños y especialmente en los conductos por los que va el agua utilizada.
De esta manera se prevendría la contaminación del lago ya que las aguas que irían hasta él estarán libres de tóxicos.
A su vez, el decano de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNA, Alfredo Palao, quien encabeza el equipo multidisciplinario formado en dicho centro de estudios para promover este proyecto, indicó que ya se experimentó con las EM en la planta de tratamiento de aguas servidas del hotel Libertador, en la isla Estevez del lago Titicaca.
Gracias a ello se logró disipar los malos olores del líquido que allí se acumula. En la UNA también se hicieron experimentos de menores dimensiones, con similares resultados, acotó.
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