La Asociación emitió un comunicado en el que denuncia a las firmas arroceras lindantes a los márgenes de la Reserva del Iberá de continuar preparando sus tierras con fumigaciones aéreas de glifosato y cipermetrina.
El glifosato es un herbicida de amplio espectro altamente tóxico para animales y humanos que mata las plantas suprimiendo su capacidad de generar aminoácidos aromáticos. La cipermetrina es uno de los insecticidas más utilizados mortífero para insectos y peces.
La Asociación sostiene que la continuidad de las fumigaciones ha afectado profundamente a la salud población de Colonia Carlos Pellegrini, ubicada a sólo 500 metros de los sembradíos.
Además denunció que, a pesar de no contar con la Evaluación de Impacto Ambiental requerida por el ICAA, ni concesiones para extraer agua del Iberá, la arrocera “El Estribo”, duplicó su superficie y la perteneciente a Rogelio Zampedri desarrolla con normalidad su actividad.
“Los pobladores de Colonia Pellegrini día a día estamos pagando las consecuencias ambientales, sanitarias y económicas acarreadas por el impune accionar de estas dos empresas cerealeras”, señala el comunicado.
Hesai recordó que en los últimos meses, funcionarios del Gobierno manifestaron públicamente que el Ministerio de la Producción había intimado a las dos arroceras a no avanzar en las actividades de siembra.
“¿Qué espera el ICAA para ejercer su función de autoridad de aplicación de las leyes que exigen evaluación de impacto ambiental y concesión de aguas públicas a este tipo de emprendimientos?”, concluye el comunicado. “¿Qué espera el Ministerio de la Producción para plasmar sus dichos en hechos concretos?”, agrega.
La Asociación reclama al Gobierno que “por el futuro de la actividad ecoturística de Colonia Carlos Pellegrini” y “por la salud de sus pobladores” que no otorgue más concesiones de las aguas del Iberá y adopte medidas de fiscalización que garanticen el cumplimiento de las leyes ambientales vigentes.
|
|
|