La Justicia provincial tiene en sus manos una causa vinculada al delicado estado sanitario de 30 personas que viven a orillas del contaminado arroyo Matazambi, en la localidad de El Rodeo (paraje Las Lomitas) en la comuna rural de Graneros. El sábado, el fiscal Edgardo Leonardo Sánchez (de Instrucción Penal de IV Nominación del Centro Judicial de Concepción) encabezó un operativo en el lugar a fin de tomar muestras líquidas en la zona y analizar la situación de estas personas. Participaron de la medida, representantes de la Secretaría de Medio Ambiente provincial, Siprosa, Policía Ecológica, Dirección de Recursos Hídricos y Policía Criminalística. También estuvieron presentes integrantes de la ONG Unión de Vecinos del Sur (Univec).
Se trata de una denuncia realizada por la mencionada organización ambiental a través de la cual se reclamó a la Justicia que se atienda el preocupante estado de indigencia de esas familias y, en forma paralela, se investigue cuál es la causa de la contaminación del arroyo Matazambi, uno de los principales recursos con los que cuenta este grupo humano para su supervivencia.
Según se sospecha, la afectación a este curso de agua sería causada por los líquidos provenientes de diez piletones destinados al tratamiento de efluentes ubicados a pocos kilómetros de allí, en el paraje denominado Los Guayacanes (a seis kilómetros al este de la ciudad Alberdi).
Se trata de piletas de tierra las cuales no contarían con dispositivos de seguridad y monitoreo, donde se tratarían la vinaza proveniente del ingenio Marapa y los desechos cloacales de Alberdi.
Tras pasar por estas laguna de sacrificio (donde tienen un tiempo de residencia que apunta a la decantación de los sólidos) los efluentes terminan desembocando a través de una acequia en el arroyo Matazambi, afluente del río Salí. Justamente, por este motivo, Univec también realizó una denuncia en la Justicia Federal, ante la posible afectación de una cuenca interjurisdiccional. Se presume, de esta forma, la aparente violación de la ley nacional 24.051 (sobre residuos peligrosos).
El Rodeo, en medio de la indigencia y contaminación
“Todo este daño que se está causando al Matazambi genera un grave daño a la salud de la población aledaña, ya que consumen agua de extracción de pozos que tendrían niveles de contaminación muy por encima de lo tolerado”, advirtió Gustavo Masmud, referente de Univec a primerafuente.
Es que, quienes viven en la zona aún recuerdan que hasta no hace mucho, se bebía agua directamente de ese arroyo. Hoy, hacerlo, sería una condena. Esto lo sabe muy bien la gente de El Rodeo. Los animales de granja que crían como recurso económico se están muriendo, según sostienen, luego de tomar agua del Matazambi. El olor que este curso de agua emana, parece darles la razón.
“Este arroyo proveía de agua para consumo doméstico, riego y la cría de ganado a estas familias. Sin embargo, se advirtió que tras la instalación de estos piletones, el agua se transformó en un riesgo para la supervivencia de estas personas”, agregó Masmud.
“Los animales mueren sin causa aparente, las hembras preñadas paren sus crías y estas nos sobreviven, lo que se traduce en un daño profundo a la economía básica de los habitantes. Los lugareños carecen de agua potable y se ven obligados a consumir directamente o indirectamente el líquido del curso del Matazambi”, sostiene en forma textual la presentación que también tiene en sus manos la Justicia Federal.
Por lo pronto, el procedimiento del sábado (se extendió desde las 9, hasta pasadas las 18) sirvió para que desde los diferentes organismos oficiales se levantaran muestras para sus análisis. Hubo extracciones de líquido y sedimentos en diferentes puntos del cauce y en una bomba de agua cercana utilizada por los pobladores. Además, se hizo una inspección ocular en los piletones de Los Guayacanes.
Sánchez también aprovechó para hablar con los habitantes del lugar. Se enteró de que carecen de agua potable, de energía eléctrica y de los mínimos servicios sanitarios. Vio cómo precarias chozas de cartón hacen las veces de refugio más que de hogar. Que el agua que extraen de la bomba cercana tiene un insoportable sabor a salmuera. Que los pocos animales que les quedan están enfermos, mientras se sospecha el impacto que la planta de Los Guayacanes causó en el arroyo del cual dependían.
“Aquí contaminación y pobreza están unidos, aquí quedaron al descubierto funciones y funcionarios que no cumplen con su rol, incurriendo en una clara violación de derechos humanos por acción y omisión en representación del Estado. Los adultos de estas familias votan, por lo tanto los políticos de turno no deben desconocer la situación de abandono en que viven. Nada han hecho hasta hoy para revertir esta situación”, relató con bronca Masmud.
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