Se refirió puntualmente a la zona de 50 y 154 “que aún no tiene el servicio de cloacas”. El vecino hizo ver que “a fines de septiembre se construyó una capa asfáltica en 50 entre 153 y 155”, por lo que el antiguo paisaje de “pastizales, arbustos, desperdicios y ratas”, mutó en una postal de orden y prolijidad “que motiva a mejorar las veredas”.
También -y aquí viene la bronca- se hicieron más visibles “las zanjas putrefactas y llenas de insectos a las que van a parar los líquidos de lavatorios, bidets, duchas, cocinas y lavaderos” para desembocar “en el arroyo que pasa por 47 y 155 y desborda cuando llueve”.
“Estas zanjas putrefactas que tenemos que limpiar los vecinos, piden a gritos la construcción de las cloacas”, dijo Ocampo y solicitó la construcción de desagües pluviales adecuados.
También reclamó que se normalice la recolección de residuos domiciliarios y la circulación de la Línea Oeste de colectivos.