La mayoría de los acueductos dominicanos prestan hoy un servicio intermitente y sus aguas son poco potables, advirtió Cristina Nogueira, delegada de las organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud.
Esa escasez del líquido obliga a hacer reservas sin tener en cuenta las precauciones para evitar la proliferación de mosquitos, vectores de dolencias infecciosas como el letal dengue, endémico en el país, recordó Nogueira.
Las aguas negras también constituyen un problema debido a que menos del 20 por ciento de las que generan los municipios son tratadas, añadió Nogueira en la conferencia Aguas, Salud y Desarrollo sostenible que se realiza aquí. Las advertencias de la funcionaria confirman denuncias días atrás de organizaciones vecinales y comunales sobre el alto nivel de contaminación
del manto freático capitalino por la violación de las disposiciones sobre las aguas servidas en empresas, fábricas y talleres de reparación de vehículos.
Muchas de esas instalaciones han resuelto la disposición de las aguas negras con la conexión de sus desagües a las instalaciones para pluviales, lo que facilita que se expandan por calles y baldíos y se filtren al subsuelo.
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