Un total de 32 instituciones gubernamentales y ambientales presentaron sus observaciones al Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del complejo hidroeléctrico que Endesa y Colbún proyectan en la Región de Aysén, cifra equivale al 88% de las instituciones que realizarán este proceso
En este contexto una buena parte de ellas manifestó una postura de “inconformidad” frente al extenso documento, según fue posible advertir en la página web del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) de la Conama.
Así, organismos como la Corporación Nacional Forestal (Conaf) de la Región de Aysén y la Secretaria Regional del Ministerio de Agricultura, consideraron que los datos entregados por la sociedad HidroAysén “no hacen posible realizar una evaluación del proyecto”.
La iniciativa considera construir en los ríos Baker y Pascua cinco centrales hidroeléctricas que inundarán 5.910 hectáreas y producirán 2.750 MW, todo lo cual demandará una inversión de
US$ 3.200 millones, la tercera más grande en la historia del SEIA.
La Conaf alertó que el proyecto se ubica parcialmente dentro de una serie de parque naturales y áreas protegidas, que podrían verse alteradas por la acción de la iniciativa.
La Dirección General de Aguas (DGA) , en tanto, fue uno de los organismos que realizó una de las presentaciones más contundentes, ya que según precisó su titular, Rodrigo Weisner, fueron cerca de 900 las observaciones que realizaron, contenidas en más de 300 páginas.
El titular de la DGA explicó que los reparos se concentran en el impacto ambiental que generará el complejo hidroeléctrico en la zona de Aysén. “Hay reparos que tienen que ver con la inundación, la que no está bien definida. pedimos mayor precisión sobre las cotas de inundación que es un tema no menor en la zona”, dijo Weisner.
La Seremi de Educación de Aysén, la Dirección de Aeronáutica Civil, la dirección Regional de Vialidad de Aysén, entre otras instituciones, también entregaron sus observaciones.
También destacan en el expediente de HidroAysén en el SEIA las solicitudes de diversas reparticiones para derivar la evaluación del proyecto a sus oficinas centrales, lo que denota la magnitud que reviste esta iniciativa. Un ejemplo de ello es Conaf.
Ahora, con los pronunciamientos, la Corema de Aysén deberá determinar si pone las observaciones en poder de la empresa para que sean contestadas, a través de una Adenda, o bien si estima que por el número de ellas es preferible rechazar el proyecto, para que el titular lo reingrese al sistema de evaluación con todas las modificaciones y precisiones solicitadas.
Analogía de Endesa
Rafael Mateo, gerente general de Endesa, uno de los socios de HidroAysén, hizo ayer -durante su intervención en el V Congreso Latinoamericano de Energía- una conveniente analogía respecto del impacto de la línea de transmisión del proyecto hidroeléctrico de Aysén.
El ejecutivo aprovechó la mención al proyecto Siepac, un tendido que interconecta a Panamá, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala, para señalar que “se trata de una línea de 1.800 kilómetros, que permite mover recursos hidrológicos hacia donde no los hay, cruzando sin problemas a través de paisajes prístinos como los que hay en esa zona de Centroamérica”.
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