El centro de la provincia de Buenos Aires está surcado por la cuenca del Arroyo Azul, que en su recorrido influye decisivamente en el paisaje, la economía, la producción, y la calidad de vida de esta porción bonaerense. Se trata de un área de 5.000 kilómetros cuadrados que abarca desde Chillar hasta el norte de Cacharí, y que está permanentemente monitoreada por especialistas, no sólo en torno a la gestión de inundaciones sino también por la calidad del agua, el impacto ambiental, la contaminación, y los recursos hídricos en general.
Las investigaciones sobre la cuenca son encaradas básicamente por el Instituto de Hidrología de Llanuras (IHLLA), creado en 1985 a partir de un convenio entre la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, la Municipalidad de Azul, y la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) de la provincia.
El principal problema que afecta la zona son las inundaciones. Buena parte del territorio bonaerense es cubierto durante largos periodos por las aguas, lo que genera graves trastornos a la actividad agrícola y ganadera. A estos procesos naturales deben sumarse además los efectos perjudiciales propios de las acciones humanas. Para este aspecto, muchos de los especialistas del Instituto trabajan para reducir al mínimo el impacto de las crecidas.
Otra cuestión de importancia es la calidad del agua, ya que es la que abastece a decenas de poblaciones incluidas en la cuenca del arroyo. En este caso, el Instituto trabaja sobre la calidad hidroquímica del acuífero, para tener una noción integral sobre sus características y cualidades. Para estos análisis los especialistas tienen una red de 40 pozos distribuidos a lo largo de la cuenca, donde miden las concentraciones de minerales, la conductividad eléctrica, el residuo seco, el potencial de hidrógeno, entre otros. En estos aspectos, la Facultad de Ingeniería de Olavarría aporta estrategias de análisis que permiten lecturas más precisas y extendidas de la información proporcionada por las muestras.
De estos trabajos específicos se encarga la ingeniera química industrial Miriam Cocconi, experta en estadística aplicada. Cocconi analiza los patrones de comportamiento de los pozos a través de diferentes ocasiones de muestreo, e identifica las variables que explican las variaciones. Su aporte a la observación global lo hace a través del método "Statis", que contribuye al enriquecimiento de las técnicas estadísticas. Con esta metodología es posible, a partir de la distancia entre pozos, buscar un sistema de referencia común sobre el cual representar conjuntamente todas las ocasiones observando la variación temporal en función de las variables medidas. Es un estudio complementario en torno a la calidad hidroquímica del agua, que permite una visión superadora sobre la cuenca.
Los resultados de este análisis estadístico fueron presentados días pasados por la ingeniera Cocconi en la XIII Reunión Científica del Grupo Argentino de Biometría, que se realizó en la ciudad de San Miguel de Tucumán. Allí, la ingeniera expuso su trabajo sobre la "Aplicación del método Statis para el estudio hidroquímico en pozos de la cuenca del Arroyo Azul", y compartió sus experiencias junto a otros docentes e investigadores de todo el país vinculados con la biometría.
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