Cristina Kirchner viajó ayer a su provincia y anunció la apertura de los sobres de una licitación para la construcción de una represa que tiene 30 años en el imaginario de los santacruceños. En un acto en Puerto Santa Cruz, junto al gobernador Daniel Peralta, destacó “el indelegable rol del Estado” en llevar adelante esta obra monumental que tiene un costo de 3.600 millones de dólares, una cifra apenas menor a la del Tren Bala y que, de concretarse, se convertiría en el tercer complejo hidroeléctrico en tamaño del país.
Durante su discurso, la Presidenta nada dijo sobre los dos oferentes que aparecieron adentro de los sobres que se abrieron ayer. Se trata de empresarios de indiscutible vínculo con el kirchnerismo: por un lado, la Corporación América, del grupo Eurnekian y por el otro una Unión Transitoria de Empresas constituida por Cartellone, IECSA y Electroingeniería. Los dos últimos son los claros favoritos en el contrato para obra pública K.
“Es un hito histórico”, dijo Cristina apenas empezó a hablar. Este proyecto está pendiente desde los ‘70 cuando ex ingenieros de Agua y Energía pensaron una buena pero homérica solución para utilizar la energía que podía dar el agua del río Santa Cruz. “Yo me acuerdo cuando vine a la provincia acompañando a mi compañero de toda la vida, que comencé a escuchar de la obra de la represa del río Santa Cruz, y hoy siento que estamos cerrando un ciclo histórico, lo siento verdaderamente no solamente a nivel institucional, sino –si se me permite también– a nivel personal”.
El dato llamativo de Iecsa y Electroingeniería es que vienen ganando, de manera alternada, la gran mayoría de las licitaciones públicas vinculadas a la energía. Para esta obra, directamente se presentaron en conjunto. Sin citarlos, la propia Presidenta dio un ejemplo en sus palabras de ayer: “Hace pocos días también se abrieron las ofertas para “Los Chihuidos”, otra importantísima obra hidroeléctrica, esta vez en la hermana provincia de Neuquén”, dijo en el acto. Las dos empresas que ese día aparecieron como los oferentes preseleccionados son, esta vez por separado, Iecsa y Electroingeniería. La primera pertenece a Angelo Calcaterra, quien se presenta como ex socio de Franco Macri y la segunda es propiedad de Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreyra, dos empresarios que multiplicaron el tamaño de su empresa al mismo ritmo que los Kirchner aumentaron su poder.
La mayor incógnita de esta obra multimillonaria es cómo concretarla frente al panorama de crisis financiera internacional. En esta licitación –al igual que en la del Tren Bala- los consorcios precalificados tienen que asegurar la financiación del proyecto. El grupo Electroingeniería-Iecsa presentó un esquema avalado por el banco ABN, una entidad que fue comprada hace unos meses por el Royal Bank of Scotland (RBS). Por estos días, este banco está siendo rescatado por el gobierno británico por la suma de 40.000 millones de dólares. Con todo, la Presidenta igual mostró este paso en la licitación como un avance en su gestión: “estamos dando muestras cabales de que los anuncios no eran cuestiones electorales”.
Aumento de entre $2.500 y $4.000
Los legisladores de Santa Cruz no quieren que la inflación les haga perder el valor de sus ingresos. Por una resolución del presidente de la Cámara de Diputados y vicegobernador de la provincia, Luis Hernán Martínez, los legisladores tendrán un aumento retroactivo al mes de agosto que les subirá el salario hasta 18 mil por mes, según la ciudad a la que representen.
De acuerdo con datos suministrados por el portal opinasantacruz.com, esa cifra resultará de los aumentos en los plus por alquileres, viáticos y gastos de telefonía que implicarán un incremento de entre 2.500 y 4.000 pesos al sueldo de cada diputado.
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