La Comisión Técnica Binacional (CTB) fue creada luego de que el propio presidente de la República, Fernando Lugo, el 1 de julio de este año, en enfático comunicado exigiera la reducción del embalse de la hidroeléctrica a la cota 78 metros sobre el nivel del mar.
El entonces presidente electo y su designado jefe de gabinete, Miguel López Perito, en la nota de referencia calificaban a los responsables de la medida de “irresponsables”.
Advertían que utilizarían “todo el peso de la ley para castigar ejemplarmente a quienes sean responsables por acción u omisión de los daños irreparables contra el medio ambiente y contra la salud de los habitantes”.
Como muchos paraguayos padecemos de un mal endémico llamado amnesia, que ataca con particular virulencia a los componentes de la “clase política”, publicamos hoy parte del dictamen de los técnicos compatriotas que trabajaron para la CTB, a fin de apuntalar o denunciar cualquier decisión que deba tomarse sobre el nivel del embalse en los próximos días, aun cuando provoque la ira de nuestros socios paritarios argentinos, o alivie la conciencia de ciertos partidarios que ya ganaron en las filas del gobierno del cambio.
Lista de inacciones
De acuerdo con las conclusiones de tres ingenieros y una abogada, paraguayos, los problemas que detectaron en la zona de afectación, poco antes del 9 de este mes, día en que fecharon el dictamen, son los siguientes:
- Propiedades rurales y urbanas sin su correspondiente liberación, por falta de pago. Retiro incompleto de biomasa. Sistema de desagüe cloacal de Encarnación sin funcionamiento adecuado.
- Efluentes del lixiviado del vertedero municipal sin tratamiento al curso del arroyo Quiteria. Vertido sin tratamiento de desagüe cloacal en los arroyos embalsados. Monitoreo de roedores. Conclusión y puesta en funcionamiento del sistema de tratamiento de desagüe cloacal de Carmen del Paraná.
Sinfonía inconclusa
La lista no termina, quedan otros ocho ítems que, por el espacio, incluiremos en el siguiente material. No obstante, solo lo publicado hoy desbarata ciertos intentos por presentar el drama encarnaceno como la comedia de “una docena de pozos negros que quedaron sin sellar”, intento que animó a Oscar Thomas, director argentino, al salir de Mburivicha Róga, a decirnos que no había “méritos técnicos” para bajar el nivel del embalse.
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