En el campo, los pastos resecos y el poco verde que surgió después de las lloviznas de hace dos semanas es devorado por las vacas; en los pueblos sin pavimentos, las calles polvorientas se tornan irrespirables por el calor, en tanto los carros llevando agua que sacan a fuerza de pulmón de alguna perforación esperan su turno, y finalmente, los productores que miran el cielo y que hay alguna esperanza de lluvia que ayer, casi a la noche, aparecía amenazante en el centro del Chaco.
Este es el paisaje complicado que se vive en el interior de la provincia cuando se esperaba ayer, cerca de las 16, en Sáenz Peña se registraba una temperatura de 38,7 con una sensación térmica que superó los 42°, y no se habían registrado lluvias ni siquiera chaparrones en la zona central, aunque al cierre de esta edición el viento comenzaba a cambiar desde el sur-este, aliviando así un poco el intenso calor.
El pronóstico anticipa para hoy y mañana algunas lloviznas y recién para el viernes lluvias,
Fuerte impacto
en la ganadería
Los ganaderos de la región aseguraban ayer ante la consulta de NORTE que sigue siendo preocupante la situación, ya que en los lugares donde se registraron lluvias hace quince días, el pasto que creció fue prácticamente devorado por las vacas largadas a comer la vegetación.
Ahora, se espera que las condiciones mejoren para ir pensando en una recuperación que será, obviamente, muy complicada.
El cuadro de situación sigue siendo preocupante, porque condiciona severamente el desarrollo de la ganadería en esta parte de la provincia, donde no se registran lluvias de importancia desde al menos seis meses y, de acuerdo con datos oficiales, a esta altura del año se presenta un déficit de 345 milímetros respecto de la media de precipitaciones de los años anteriores
El algodón
Para el algodón, desde orbitas oficiales se insistió en que los plazos para apostar al cultivo se extienden “hasta fines de noviembre”, aunque prefirieron que se apure la siembra. Para la producción de semilla se indicó que fue un año importante y hay buena calidad, con un mercado abastecido.
Se estima que el área para algodón estará en las 300.000 hectáreas, o un poco más, dependiendo de cómo siga el tema lluvias, siempre desde la óptica oficial.
Por esta razón, mientras se determina el pago del subsidio algodonero estimado en cerca de 300 pesos por hectárea, se aguardan las lluvias para poder encarar la siembra.
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