La Secretaría de Medio Ambiente firmó convenios con dos empresas avícolas del Departamento Colón para encarar proyectos de obras para mejorar sus procesos de producción.
A su vez, desde el organismo se dispuso la clausura de dos industrias del Departamento Paraná que, luego de una serie de auditorías e intimaciones, no accedieron a mejorar sus mecanismos de trabajo. Una de ellas, la papelera Itapé, presentó el sábado ante el organismo un plan de mejoras. “La intención del organismo es acompañar a las industrias de la provincia que quieren encontrar soluciones a las problemáticas que afecten el ambiente”, aseguró el secretario de Medio Ambiente, Fernando Raffo; pero enfatizó que aquellas empresas que no se ajusten o no tengan voluntad para cambiar lo que está mal, serán clausuradas.
Las industrias clausuradas son la fábrica de jabones y grasas Mocarbel de Aldea Brasilera y la papelera Itapé que funciona en el Parque Industrial de la capital entrerriana.
Durante las últimas horas dirigentes de esta última empresa se presentaron en la oficina de la Secretaría que funcionan en Paraná. Fue así que la firma Itapé se acercó al organismo y presentó un plan de mejoras realizado con asesoramiento de una universidad de Santa Fe, que será evaluado por la Secretaría de Medio Ambiente.
“A medida que la empresa vaya presentando los planos y luego de su aprobación se irá otorgando un permiso provisorio ya que la clausura total se levantará una vez finalizadas las obras”, aclaró el secretario de Medio Ambiente, Fernando Raffo.
La semana pasada se firmó con la firma Las Camelias SA un convenio a través del cual la industria se compromete, en un plazo de seis meses, a desarrollar un proyecto ejecutivo completo de la nueva planta de tratamiento de efluentes líquidos, gaseosos y sólidos.
Esta planta está ubicada en la costa del río Uruguay, en el Departamento Colón, en el ejido de San José, a unos 1.500 metros al norte del balneario de dicha ciudad. “La empresa está pensando en ampliar su producción por lo que quiere mejorar el proceso en lo vinculado al tema ambiental”, explicó Raffo.
Asimismo el organismo provincial acordó con los directivos del frigorífico avícola Bonnin Hermanos, ubicado en el cruce de la ruta nacional Nº 14 y la entrada a la ciudad de Colón, que en el plazo de 20 días presentará un anteproyecto de obras de mejoras para el tratamiento de los efluentes industriales. Para llevar adelante estos trabajos, la empresa solicitó asesoramiento a técnicos y profesionales del INTI para llevarlos a cabo.
“Este es un paso muy importante porque Bonnín es una de las industrias avícolas más importantes de la zona, que está creciendo mucho, por lo que han decidido encarar este proyecto de mejoras”, destacó el titular de Medio Ambiente.
Además, Raffo y otros funcionarios de la Secretaría se reunieron en el Municipio de San José con vecinos de la planta INSA y autoridades municipales, quienes manifestaron su preocupación por los inconvenientes ocasionados por esta industria, que afecta la calidad de vida de los habitantes de la zona. Puntualmente el problema se genera por los efluentes, sobre todo gaseosos, que emana esta industria que produce en grandes volúmenes y está ubicada en el centro de la ciudad.
La situación preocupa también a los funcionarios municipales, ya que la industria hace 30 años que está radicada en la zona y recién en 2007 obtuvo el certificado de radicación.
Lluvias garantizan la siembra de granos gruesos
La lluvia no llegó a tiempo para salvar el trigo, ya que en la provincia se perdió el 50%, pero sí servirá para lograr buenos rindes de la cosecha gruesa, ya que las intensas precipitaciones entre la madrugada del sábado y el domingo garantizan el nacimiento del maíz, sorgo y soja. Según los propios productores, en momentos críticos a nivel económico y político del sector, la lluvia se desplomó sobre los campos como una bendición. Continúa el alerta meteorológico y se esperan nuevas precipitaciones durante la semana.
En diálogo con UNO Gonzalo Álvarez Maldonado, titular de la Federación Entrerriana de Cooperativas (Fedeco) explicó que “la lluvia es una bendición para el campo. Hoy estamos acompañados por la mano de Dios y la fe de los hombres que están trabajando, que están sembrando la cosecha gruesa pese a todas las inclemencias económicas y crisis que estamos viviendo”, indicó, para luego considerar que “campo significa producción, trabajo y empleo, sólo con eso se revierte la crisis”.
También aclaró que la lluvia fue auspiciosa, “la campaña de trigo está casi jugada. Lamentablemente hubo un 25% menos de siembra y una merma en los rindes de un 25%, según estiman los organismos técnicos como el programa Siber de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos”.
Entonces la apuesta fuerte que realizan los hombres de campo está orientada a la cosecha gruesa.
Álvarez Maldonado explicó que fundamentalmente beneficia al maíz, que ya se había atrasado en cuanto a la época de siembra y se implantó luego de la lluvia anterior, también al girasol, sorgo y la soja de primera.
Por otra parte, el titular de Fedeco opinó que “la única que podría tener mediana rentabilidad es la soja, pero en esta situación de crisis internacional de caída del precio de los cereales es necesario recomponer. Hacemos un llamado al gobierno nacional a tomar un conjunto de medidas económicas y sociales necesarias, y en lo impositivo, expresamos la necesidad una reestructuración fiscal de fondo para el sector agropecuario y la sociedad en su conjunto”, dijo. En cuanto a la sequía, aclaró que continuarán sufriendo sus consecuencias.
“Algunos expertos hablan de que una sequía de esta magnitud no se vivía en los últimos 100 años en Argentina y nuestra zona de influencia. Esta lluvia a nivel coyuntural, pero para comenzar a tener el perfil de humedad en el suelo se precisa que continúen las precipitaciones toda la primavera y el verano”.
En tanto, Alfredo Bel, delegado de la Federación Agraria Argentina en Entre Ríos, señaló a UNO, en relación al trigo, que “gran parte ya se perdió y es imposible de recuperar”, y explicó que “cuando hay un ciclo seco como este, se necesitan por lo menos 200 milímetros para poder equilibrar los perfiles”.
Ayuda, igual
Según Bel, “hubo algunos lugares de la provincia en donde la situación fue distinta a raíz de las precipitaciones de agosto y lograrán cosechar trigo, pero estamos hablando de un porcentaje mínimo, porque no es la zona núcleo agrícola” .
Luego agregó que “en esos sectores, puede ser que con estas lluvias haya un rendimiento razonable, pero en la zona núcleo de producción ya se dio una pérdida real”, explicó.
En este sentido Bel recordó que sobre el 60% del área había lotes que tenían más de un 50% de pérdida y aclaró: “La ayuda a los productores para paliar los efectos de la sequía debe llegar, porque estas lluvias ya no sirven para recuperar lo perdido”.
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