La intensa lluvia y granizo caído en el departamento Feliciano -fundamentalmente en horas de la madrugada, aunque la tormenta se extendió hasta la tarde, totalizando unos 370 milímetros- provocaron el desborde de los arroyos Coronel y Carrizo, cercanos a la ciudad cabecera, y, en consecuencia, tuvieron que ser evacuadas unas 300 personas, de las cuales 100 aún permanecen en esa condición.
Los damnificados se encuentran en dos escuelas y en un centro vecinal, asistidos por el municipio y el gobierno entrerriano, según indicó anoche a Análisis Digital el intendente Osvaldo Viano (PJ).
TERRIBLE GRANIZADA. El granizo prácticamente destruyó las viviendas precarias de la mayoría de los afectados, por lo cual Viano solicitó urgente al propio gobernador Sergio Urribarri una partida de dinero extra para reconstruir las casas y relocalizar a la gente.
Un fenómeno de tales características no se producía desde 1982. La lluvia también afectó a localidades del norte del departamento La Paz: hubo 392 mmm en Las Toscas y 305 mm en paso Telégrafo. En la ciudad de Gualeguaychú cayeron 150 milímetros.
El pico más fuerte de lluvia se produjo entre la 1.30 y las 5 de la madrugada, lo que tomó por sorpresa a la mayoría de la gente. Hacía más de cinco meses que no llovía con intensidad, pero la intensidad del fenómeno superó cualquier cálculo.
De hecho, mientras en la ciudad cayeron 369 milímetros, en San Víctor fue superior, porque el pluviómetro alcanzó los 391 mm; en La Verbena fue 300 mm; Mulas Grandes 393 mm; La Esmeralda 397 y en San Pedro llegó a 415 mm, entre otros lugares.
El intendente Viano indicó que su mayor preocupación es que las condiciones climáticas «se mantengan, lo que agravará la situación». Acotó que, si bien hubo un rápido escurrimiento del agua que desbordó los arroyos (especialmente el Carrizo, que se liga a una laguna, en la zona de la Sociedad Rural, en la entrada misma de San José de Feliciano), una continuidad de la lluvia, agravaría la realidad de los damnificados en primer orden, que por la tarde pudieron retornar a sus viviendas.
Dijo que «las mayores necesidades son de colchones y zapatillas», aunque reconoció que desde Acción Social de la provincia hubo una rápida respuesta, con la llegada de un camión con ropa y alimentos para los damnificados.
Manifestó que habló personalmente, por teléfono, con el gobernador Sergio Urribarri, quien ordenó una pronta solución para los afectados por el temporal.
Cabe acotar que la misma cantidad de lluvia -cerca de los 400 milímetros- fue la que en abril de 2002 provocó la inundación del Salado en Santa Fe y la evacuación de media ciudad.
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