“Canalizar el río Ulúa y construir la represa El Tablón sería la única alternativa para que el Canal Seco quede libre de inundaciones en Pimienta y Potrerillos”, dijo el jefe de Obras Públicas de Villanueva, Ramón Jiménez.
El funcionario, que ocupa el cargo hace 20 años, señaló que ni con la sobreelevación de la obra podría librarse esa zona de las inundaciones.
Javier Pineda, gerente de dicho departamento, indicó: “Desde mi punto de vista, la decisión de construir el Canal Seco por esa zona inundable fue porque les sería más caro y difícil conseguir 65 metros de ancho en la actual vía”.
El ingeniero Pineda reconoció que la obra fue diseñada por expertos, pero que por lógica se conoce que el sector es vulnerable.
“Al menos allí (Potrerillos y Pimienta) se librarán del embotellamiento porque el Canal Seco pasará por otro tramo”.
La comparación la hizo considerando que Villanueva se enfrentará a graves problemas de embotellamiento si el Gobierno insiste en utilizar el mismo bulevar que comunica con San Pedro Sula.
“El paso de la maquila ya forma un exagerado congestionamiento. Siete mil rastras serían un caos”, exclamó Jiménez.Indicó que la infraestructura no está apta para tanto tráfico.
Alternativa
Agregó que la preocupación se ha planteado en reuniones para tratar el tema, pero no tienen ninguna alternativa. “Nos hemos encontrado frente a oídos sordos”, recalcó.
Soluciones
Una de las soluciones que estos ingenieros han propuesto es que el Canal Seco no cruce el actual bulevar que conduce a San Pedro Sula, sino que se conduzca entre San Manuel y Villanueva hasta llegar cerca del aeropuerto. Esta vía continuaría atrás de Ticamaya y de los bajos de Choloma. En Puerto Cortés debería pasar detrás de la Laguna de Alvarado, según el estudio.
Al parecer, la millonaria obra carece de una clara visión, pues los municipios del valle que servirán como paso para el millonario proyecto carecen de un claro panorama favorable para ellos. Tampoco ven que los representantes gubernamentales den respuesta a tantas inquietudes.
Las autoridades de los municipios involucrados manejan su propia alternativa ante los riegos que conlleva la CA-5.
En el caso de Choloma, si se usa la vía que conduce a Puerto Cortés, empeoraría el flujo vehicular, pero crear otra carretera dividirá el municipio, señalan los encargados.
Mientras que el problema en Puerto Cortés es que no cuenta con espacio para aparcar el sinnúmero de rastras que utilizarán el canal. Una opción sería construir una terminal de contenedores para regular el ingreso a los patios de la Portuaria.
El gerente técnico municipal Moisés Toledo manifestó que difícilmente estará lista dicha carretera en 2010. “Falta la intención de hacerlo porque un canal seco es un canal liberado que garantiza seguridad para los pobladores”.
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