Finalmente, octubre trajo la lluvia para poner fin a la sequía más grave de los últimos 100 años. Los suelos recuperaron la humedad superficial, necesaria para la siembra y, de continuar estas condiciones, los perfiles se recuperarán completamente en los próximos dos meses.
"Llovió bien en toda el área agrícola, hubo una mejora significativa en los suelos", sostuvo el especialista en climatología Eduardo Sierra. Para Sierra, la zona núcleo (norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe, este de Córdoba y este de La Pampa) ya recibió la suficiente agua como para estar bien. "Ahora la única preocupación de la gente es que siga lloviendo", agregó.
A la provincia del Chaco, una de las más afectadas, en cambio, aún le falta recibir humedad, explicó. Sin embargo, se prevén importantes precipitaciones antes de fin de mes que incluso llegarían a los 100 milímetros en algunos puntos. "Chaco va a pasar abruptamente de una situación de sequía extrema a una de exceso hídrico", adelantó Sierra.
Juan Alberto Forte Lai, investigador de agrometeorología del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), coincidió: "En el Chaco se cortó la sequía, pero aún no se registraron lluvias suficientes". El especialista explicó que muchos productores se animaron a sembrar considerando la capa superficial. "Abajo todavía está seco, se necesita que no pasen más de 10 días sin lluvias", dijo, y adelantó que para este mes se esperan dos episodios más de precipitaciones en esa zona.
Silvia Re, técnica del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Pergamino, informó que en esa localidad ya llovieron 90 milímetros en lo que va del mes. "Considerando que la media mensual es de 100 milímetros, todo indica que se alcanzará o se superará esta marca", dijo Re.
Luego de un fin de semana de reiteradas lluvias, ahora los productores pergaminenses esperan unos días para sembrar. "Estamos esperando que deje de llover para poder entrar en los campos a sembrar; esto alcanza perfecto para empezar", sostuvo Re. Hugo Michetti, productor de la zona, explicó: "Ahora hay que esperar dos días a que se oree el perfil para poder entrar con las sembradoras".
"El clima cambió totalmente, empezaron a crecer los pastoreos y se va a poder hacer algún sorgo forrajero para la hacienda", dijo, eufórico, Michetti. Además de las lluvias del fin de semana, el productor destacó que el martes por la noche tuvieron "otro regalito", de 30 milímetros aproximadamente.
Si bien la implantación de maíz se reducirá en la zona por cuestiones de costos, con la llegada de las lluvias algunos se aventuraron a las siembras tardías. "La mayoría esperó a tener humedad en el perfil para el maíz. Si el clima sigue acompañando no va a haber diferencias en rendimientos por más que sean tardíos", sostuvo Michetti.
La soja, en cambio, tiene un mejor escenario. Cesar Rebella, del INTA Castelar, opinó: "Hubo valores muy interesantes, esto cambia las perspectivas para completar algunos lotes de maíz y para encarar la campaña gruesa". El especialista advirtió que las zonas más castigadas (Chaco y Norte de Santa Fe) todavía tienen que recibir más agua. "Las perspectivas de precipitaciones son muy buenas", agregó.
En Tostado, al norte de Santa Fe, los frentes de tormenta de los últimos días pasaron de largo. "No llovió nada en todo el fin de semana", dijo Alejandro Lahite, de la Sociedad Rural local. "Esperamos que el próximo frente de tormenta no se pierda", agregó, esperanzado. En esta localidad están preocupados por las temperaturas en aumento, que incrementarán la demanda de agua de la hacienda, y podría provocar complicaciones en el abastecimiento.
A pesar de que las últimas lluvias esquivaron Tostado, hubo dos precipitaciones durante la primera semana de octubre. "Con las primeras lluvias y un poco de humedad en el perfil, algunos se animaron al girasol y a la alfalfa", contó Lahite.
El secretario de Agricultura santafecino, Carlos Sartor, dijo: "En los departamentos más complicados el agua alcanzó para aliviar y las pasturas en general empiezan a reverdecer. La sequía se quebró, hace falta otra lluvia importante para almacenar agua en lagunas y tanques".
El funcionario explicó que la lluvia llegó muy bien para el girasol sembrado, aunque demasiado tarde para el trigo, que esperaba lluvias para un mes atrás. "La lluvia abre las puertas a comenzar a sembrar soja o maíz con buenas expectativas", añadió.
En La Pampa, hubo lluvias generalizadas: en el extremo norte cayeron 120 milímetros, mientras que en el resto de la provincia entre 50 y 70. Guillermo Casagrande, del INTA Anguil, sostuvo: "Ya hay una disponibilidad de humedad aceptable, las condiciones son de regulares a buenas".
Lucio de la Barrera, tambero de Quemú Quemú, contó que en su campo cayeron 44 milímetros en septiembre y 77 en lo que va de octubre. "Es un alivio. Estamos preparando las pasturas y vamos a hacer algo de soja", dijo, aliviado.
Informe de José Bordón (Santa Fe); y Sergio Romano (La Pampa)
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