De los 327 municipios que hay en el país, 213, es decir, el 65 por ciento, son tradicionalmente vulnerables a adversidades naturales como sequías, heladas, inundaciones, riadas e incendios forestales.
El dato es parte del diagnóstico realizado sobre el tema por el Viceministerio de Defensa Civil y el Programa Mundial de Alimentos, PMA, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Este pronóstico identificado, es parte de los diez planes “de contingencias ante la crisis alimentaria por emergencias”, uno nacional y nueve departamentales.
“La construcción de los diferentes escenarios de emergencias se basa en los registros históricos, en investigaciones y en pronósticos desarrollados por los organismos técnico-científicos responsables del monitoreo de amenazas”, menciona parte del Resumen Ejecutivo del Plan Nacional.
El oficial de Programas del PMA, Sergio Alves, explicó a Enlared-Onda Local que los planes de contingencia surgen de talleres realizados en distintas regiones del país, donde participaron el Servicio Nacional de Metereología e Hidrología (Senamhi), el Observatorio San Calixto, las unidades e instituciones que tienen que ver con el cambio cimático, y los departamentos de gestión de riesgos de las prefecturas.
CONTINGENCIAS
En el Plan Nacional se identifican cuatro grandes contingencias: Inundación, sequía, sismo y conflicto social.
Mientras que en los departamentales se identifican estos fenómenos naturales: Inundación, riada, sequía, helada, incendio forestal y conflictos sociales.
Las contingencias son analizadas desde su incidencia a la seguridad alimentaria de la población.
El objetivo de la ayuda del PMA es proveer asistencia alimentaria a la población vulnerable tanto en la respuesta inmediata, como en los meses posteriores al evento para mantener el estado nutricional de los damnificados, especialmente de mujeres embarazadas, lactantes, niños menores de 5 años y adultos mayores de 65 años.
Sólo en el caso de inundaciones y sequías, las dos mayores amenazas que sufre el país, el diagnóstico de Defensa Civil y el PMA, estima que la población que tendría que recibir ayuda inmediata y posterior, bordea las 770 mil personas, lo que significa alrededor de 154 mil familias.
DEPARTAMENTOS
El estudio establece que el departamento del Beni es el más vulnerable a las contingencias. Sus 19, son alcanzados históricamente por inundaciones, sequías o incendios forestales.
Le sigue Oruro, con el 94 por ciento de municipios vulnerables; 33 de sus 35 municipalidades recurrentemente enfrentan sequías y heladas.
Muy cerca se encuentra Pando, del cual 14 de sus 15 municipios, el 93 por ciento, son usualmente afectados por inundaciones, sequías e incendios.
En un rango “medio” de afectación están los departamentos de Santa Cruz (82 por ciento); Potosí (76 por ciento); Tarija (73 por ciento) y La Paz, con el 62 por ciento.
Entre los departamentos menos vulnerables están Chuquisaca, con el 25 por ciento de sus municipalidades afectadas con fenómenos naturales y Cochabamba, con el 16 por ciento.
AYUDA
El oficial de Programas del PMA, Sergio Alves, explicó que la asistencia con alimentos a las familias afectadas, se implementa a través del Gobierno Nacional, que tiene que declarar una emergencia nacional, aunque, el PMA atiende a familias reducidas (cien o más) siempre que haya una evaluación de los gobiernos municipales.
En los últimos años, la mayor parte de la inversión humanitaria ha sido en los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y el trópico de Cochabamba, regiones que han sufrido los fenómenos climáticos de «La Niña» y «El Niño». |
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