Las llantas viejas que están ‘depositadas’ en el fondo del canal de drenaje ubicado en el cuarto anillo y avenida Centenario saltan a la vista. Los vecinos acusan a los propietarios de seis gomerías de arrojar sus desperdicios al desagüe, pero los comerciantes lo niegan.
Sin embargo, los ‘gomeros’ admiten que tienen limitaciones económicas para contratar los servicios de recolectores de los neumáticos debido a que, según ellos, la municipalidad tampoco los recoge.
Arsenio Álvarez, un vecino de la avenida Centenario, dijo que por las noches los ‘llanteros’ arrojan los desperdicios al canal de drenaje, situación que se está tornando insostenible. Aseguró que ese problema es uno de los que más preocupa a los moradores de la zona porque causa la proliferación de mosquitos y de malos olores.
“Pedimos a estos señores que no tiren sus llantas al canal porque nos perjudican. Estamos expuestos a contraer enfermedades infecciosas. La municipalidad también tiene su cuota de responsabilidad porque no realiza una fiscalización efectiva”, protestó Álvarez a nombre de los vecinos de la avenida Centenario.
Sin embargo, los dueños de las gomerías aducen que la recolección de las llantas en desuso es responsabilidad de la municipalidad. Para ellos resulta una carga económica tener que pagar a particulares para que cumplan con ese servicio.
“En este trabajo no se gana gran cosa, pero pago para que se lleven las llantas a otro lado. Quiero aprovechar para pedirle a la Alcaldía que se preocupe más de este tema. En una oportunidad vinieron a recogerlas y dijeron que volverían en 15 días, pero han pasado más de tres meses y no volvieron a aparecer”, dijo Guido Robles, dueño de una de las gomerías que se encuentran en la zona.
Según un trabajador de una de las seis gomerías, para deshacerse de las llantas se requieren Bs 80 diarios, que es lo que cobran las personas que prestan el servicio de recolección. En la mayoría de las ocasiones, el dinero no alcanza y optan por arrojar el desperdicio al canal de desagüe, dijo el hombre que prefirió no identificarse.
Por su parte, el gerente técnico de la Empresa Municipal de Aseo Urbano (Emacruz), Raúl Roca, aseguró que el problema se debe a la falta de recursos económicos de la comuna, ya que el costo para recoger esta clase de materiales significa un monto más elevado que el que se cobra por el peso de las llantas, aunque se abstuvo de decir la cifra.
Asimismo, el funcionario municipal atribuye la situación a la falta de educación de las personas, que depositan los desperdicios en los canales de drenaje en lugar de llevarlos al vertedero de Normandía.
“La gente tampoco quiere colaborar. Les hemos pedido que lleven las llantas al vertedero municipal, que no se les cobrará nada, pero no lo hacen”, expresó.
No obstante, Roca informó de que la comuna inició un proceso de licitación para adjudicar un contrato para la recolección de este tipo de desperdicios. “Estimo que en los próximos 15 días se realice la contratación de la empresa para que proceda de una vez con los trabajos”, indicó.
La contaminación dura años
Sagrario Urgel / Ambientalista
Las llantas usadas son tremendamente contaminantes debido a su composición química, que provoca múltiples efectos negativos en el medio ambiente. La goma tarda en degradarse y, en el caso del canal de desagüe, actúa como un tapón y el agua no puede ser reutilizada para el riego ni el consumo humano.
Los efectos de la contaminación duran muchos años e impiden desarrollo normal de la flora y la fauna que oxigenan el agua.
Éste es uno de los graves problemas en muchas ciudades y requiere de un tratamiento especial de las autoridades municipales, que implica desarrollar trabajos de educación ciudadana hasta la definición de espacios apropiados para el depósito de estos desechos.
Gran parte de ese material puede ser reutilizado para muchos otros fines. En el caso de las llantas, pueden usarse para fabricar calzado, macetas, cubiertas de gradas, pisos, etc. Un proyecto bien estructurado puede ayudar a muchas personas. En lugar de ver las llantas como un desperdicio, hay que tomarlo como una oportunidad de generar negocios. |
|
|