Mientras Puerto Rico y las islas norteñas de las Antillas Menores se preparaban ayer para recibir la lluvia y los vientos asociados al huracán Omar, las islas caribeñas de Aruba, Bonaire y Curacao ya llevaban dos días experimentando fuertes lluvias y vientos vinculados a las bandas externas del ciclón.
De acuerdo con la agencia de noticias Prensa Asociada, la isla danesa de Aruba comenzó a sentir las primeras lluvias relacionadas con Omar en la mañana del martes.
Varios árboles terminaron en el piso debido a lo saturado del terreno, mientras que parte del techo de una escuela fue arrancado por el viento. No se reportaron heridos.
Asimismo, en Bonaire las autoridades evaluaban ayer los daños causados por la fuerte marejada en algunos muelles y estructuras menores cercanas al mar.
Según el diario Bonaire Reporter, a pesar de que la cola del huracán Omar provocó dos días de intensas lluvias, los comercios nunca cerraron y los servicios gubernamentales trabajaron con normalidad.
Y es que Omar cobró fuerza y se convirtió en huracán en aguas al norte de Aruba y su movimiento de traslación lento lo mantuvo estacionario en esa zona del mar Caribe.
Desde entonces, se prevé que el sistema se mueva hacia el noreste, por lo que ayer estaban vigentes varios avisos de huracán para las Islas Vírgenes estadounidenses, San Martín, las Islas Vírgenes británicas, Anguila, Antigua y Barbuda, Montserrat, St. Kitts y Nevis, Saba, St. Eustatius y St. Barthelemy.
Activan el toque de queda
En preparación para el embate de este fenómeno atmosférico, el gobernador de las Islas Vírgenes estadounidenses, John DeJongh Jr., firmó el martes en la noche una declaración de estado de emergencia para las tres islas que componen el archipiélago.
Según el diario St. Thomas Source, las escuelas públicas en todo el territorio permanecieron cerradas ayer, los empleados públicos trabajaron hasta las 10:00 a.m., se emitió un toque de queda para las 6:00 p.m. y se activó la Guardia Nacional.
“Como un territorio, hemos experimentado estas tormentas antes y hemos salido bien. Somos una comunidad resistente. Exhorto a todos a continuar rezando para que nuestras islas se libren de la ira de este tormentoso sistema que continúa fortaleciéndose”, manifestó DeJongh en un comunicado de prensa. Además, la refinería Hovensa LLC, en Santa Cruz, cesó ayer sus operaciones hasta nuevo aviso, informó la agencia de noticias Bloomberg.
“Hovensa LLC está en el proceso de apagar esencialmente toda su producción y el equipo auxiliar de la refinería de Santa Cruz, excepto aquellos necesarios para mantener el suministro energético al complejo”, indicó un portavoz de la compañía a la agencia de noticias.
Vacían lagunas en San Martín
Por su parte, el primer ministro de St. Kitts y Nevis, Denzil Douglas, ordenó ayer el cierre de todas las escuelas y oficinas de gobierno. A pesar de que se esperaba que el huracán pasaría a unas 120 millas al noroeste de estas islas, el funcionario pronunció un discurso en la mañana de ayer exhortando a la ciudadanía a prepararse para el paso del sistema y a mantener la calma, según un boletín publicado en la página de internet del gobierno isleño.
“Residentes viviendo en la costa oeste deben prestar especial atención al progreso de esta tormenta y deben estar preparados para moverse tierra adentro de ser necesario. Exhorto más aún a todos los residentes y ciudadanos a terminar rápidamente todos los preparativos y a mantenerse refugiados, evitar áreas inundadas y todo cuerpo de agua a medida que se acerca el huracán e incluso después de su paso”, expresó Douglas.
El gobierno de San Martín también daba ayer los últimos toques para estar listos antes del paso del ciclón. El diario The Daily Herald informó que además de los preparativos usuales, el Departamento de Obras Públicas utilizó bombas para vaciar parcialmente dos estanques naturales.
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