En medio de la incertidumbre por el impacto en la Isla de los vientos y la lluvia que traerá el huracán Omar, el gobernador Aníbal Acevedo Vilá anunció ayer el comienzo de la canalización del río La Plata, una iniciativa que protegerá la vida y propiedad de 12,700 familias.
El proyecto fue descrito como uno anhelado por décadas, objeto de “primeras piedras” en el pasado reciente y supuestamente necesario desde los tiempos de España.
La Fortaleza aseguró que en los pasados 25 años han ocurrido de cinco a ocho inundaciones mayores en el área que han provocado declaraciones de emergencia por parte del Presidente de los Estados Unidos.
Se alega que el proyecto ha adelantado mucho en el pasado año y medio, mediante la preparación de un nuevo estudio hidrológico-hidráulico, los estudios ambientales, certificación de planos de construcción por una compañía local, completar las adquisiciones y la obtención de todos los permisos.
La obra costará $110 millones, pero ya cuenta con $30 millones de fondos estatales. La primera etapa debe estar lista a mediados de 2010, informó La Fortaleza.
“Este proyecto, aunque se hizo en coordinación con el Cuerpo de Ingenieros, al día de hoy no hay un chavo federal. Obviamente, espero que me reembolsen”, dijo Acevedo Vilá, quien aseguró haber visto las inundaciones de La Plata porque la familia de su madre Elba es oriunda de Dorado.
El Gobernador y los alcaldes de Dorado, Carlos López Rivera (popular) y de Toa Baja, Aníbal Vega Borges (novoprogresista), repitieron una y otra vez que el comienzo de la canalización del río La Plata ya es una realidad y no una ceremonia simbólica.
Acevedo Vilá aseguró que la orden de proceder fue firmada el lunes. Destacó que este proyecto era una prioridad de su administración.
“Ya se adjudicaron los contratos. Ya se aprobó. La persona que diga que esto es un acto político está enajenado. No conoce la realidad y el sufrimiento del pueblo de Toa Baja”, expresó, por su parte, el alcalde Vega Borges.
Mientras, López Rivera dijo que en 1996 el entonces gobernador Pedro Rosselló puso una “primera piedra”, pero no se hizo nada más.
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