El domo central agrícola chaqueño se vio beneficiado los últimos días con chaparrones y algunas sostenidas. Sin embargo, el agua llegó tarde para el girasol, ya que casi la totalidad de los lotes no se podrán recuperar debido al alto grado de afectación que tenían.
Pero estos registros pluviométricos les servirán a los productores para analizar con un balance de costo-beneficio si les conviene cosechar los lotes de girasol que aparecen tan raleados o si es conveniente destinar esos predios directamente a otros cultivos, como el algodón o la soja.
Según publica el diario Norte este sábado, el algodón puede ser el único beneficiado en este año que fue muy adverso para la agricultura, ya que fracasó la campaña del trigo y el girasol apunta con altas pérdidas.
Entonces, los chacareros de la zona buscarían la siembra del textil para obtener alguna rentabilidad en este año en que la sequía histórica les trajo un fracaso tras otro para los cultivos. Y dejar que las vacas entren en los sembradíos de girasol para que éstos sirvan al menos de alimento a los animales, ya que nos les conviene cosecharlos.
De manera similar, para la ganadería las lluvias también llegaron tarde. Porque el nivel de precipitaciones no alcanzará a llenar los pozos, reservorios y represas destinados a los animales, y que se encuentran secos desde hace varios meses; mientras que las pasturas --que también se perdieron-- se podrán recuperar recién dentro de dos meses, siempre y cuando se normalicen las lluvias. Tiempo durante el cual seguirán muriendo los animales que ya se encuentran en estado de inanición.
Este es el lamentable panorama de la agricultura en el domo central agrícola. Y sus consecuencias se sentirán a largo plazo en la economía del interior chaqueño, que depende casi exclusivamente de la producción primaria.
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