Más de 100 jinetes, mayormente pobladores de Yahaveré y de los parajes vecinos de Ñupi y Carambola - acompañados por delegaciones de las localidades de Mburucuyá, Concepción y Carlos Pellegrini- marcharon a través del camino histórico del Paso Mbiguá hacia Yahaveré, reclamando el cumplimiento de la sentencia judicial que ordena la demolición del terraplén que obstruye las aguas del Iberá, amenazando con inundar gran parte de la reserva, incluido Yahaveré.
Representares de la coalición nacional de ONGs ambientalistas, donde se destacan los sellos de Greenpeace, Aves Argentinas, Félix de Azara, Proteger, FARN, entre otras 20, se sumaron a la marcha en defensa del cumplimiento de las leyes ambientales, las Reservas Naturales y el reclamo de los campesinos de Yahaveré por sus tierras.
El párroco Rubén Barrios encabezó la marcha con su poncho al viento, seguido por Bruno Leiva, Miriam y Hernán Sotelo, la familia Sandoval, la familia Gómez, la familia Leiva, la familia Ríos y tantos otros pobladores locales que quieren que la leyes se cumplan y se respeten los derechos igualitarios de todos los argentinos. Fue emocionante ver la respuesta de la gente de Concepción, que a las 6 de la mañana comenzó a preparar su caballos, sus calchas y ponchos para estar presente en esta marcha histórica por el Iberá.
La protesta repudió al terraplén, a la impunidad de la empresa San Eugenio S.A. (ex Forestal Andina), y reivindicó el cumplimiento de las leyes y al Paso Mbiguá como el camino usado históricamente por los pobladores de Yahaveré.
Fue una cabalgata de 5 horas, con mucha alegría y sapukay. No faltaron las demostraciones de destreza sobre el caballo, las banderas al viento, los galopes y las anécdotas sobre la vida en el estero.
La alegría y entusiasmo local sólo fue empañado al final del camino por la contramarcha efectuada por la empresa San Eugenio, sus empleados y los intendentes de Santa Rosa, Juan José Encinas, y de Concepción, Mirita Fernández. Este grupo de obsecuentes a San Eugenio S.A. se apostaron con tractores y camionetas en las vecindades del terraplén e intentaron impedir el paso de los pobladores y sus acompañantes hasta la vivienda de los Leiva, donde Susi los esperaba con un guiso. Esto obligó a la comitiva a comer un asado frente a la primera vivienda del paraje.
La contra marcha demuestra la actitud arrogante de la empresa, que una vez más burlo a la Justicia cortando el paso a pesar de las medidas cautelares que obligan a mantener abiertos los caminos históricos. Una empresa que con una impunidad cada vez más escandalosa insiste en mantener obras que atentan contra el ambiente, los pobladores locales y las instituciones del Estado; oponiéndose con fuerza bruta a una manifestación pacifica de los ciudadanos que reclaman respeto por la Justicia y la Ley. Es imperioso que el Poder Ejecutivo de Corrientes actúe, se haga presente, y evite estas situaciones peligrosas de patoterismo contra los ciudadanos.
El Paso Mbiguá es el camino natural de acceso a Yahaveré, así lo demostraron los 100 jinetes que en esta cabalgata recorrieron la traza que demarcaron los primeros correntinos del Iberá.
El terraplén es una aberración construida por gente de Buenos Aires que desconoce el ecosistema del Iberá, las pautas culturales regionales, las leyes y las normas institucionales locales.
El gigantesco terraplén debe ser demolido de inmediato para no continuar perjudicando a los campesinos del Iberá, a la naturaleza de esta reserva y a nuestro sistema democrático.