Después de once años de la concesión a Aguas de Salta han existido dos constantes: los incumplimientos por parte de Aguas de Salta para con las inversiones comprometidas y la permisividad del concedente para justificar esos incumplimientos.
Se propone ahora, una nueva renegociación basada en consideraciones inéditas, donde las partes admiten, por primera vez, que Aguas de Salta ha incumplido no solo con el contrato original, sino además con todas las renegociaciones posteriores.
El acuerdo entre el Ministerio de Desarrollo Económico, a cargo de Julio César Loutaif, y Aguas de Salta ha merecido una serie de objeciones, desde diferentes sectores. Allí, la Provincia manifiesta su insatisfacción tanto con el sistema de concesión como con el concesionario oportunamente seleccionado. No obstante ello, el Gobierno Provincial aparece dispuesto a adoptar todas las medidas necesarias, allanando el camino para que Aguas de Salta continué como concesionario.
En definitiva, el concesionario ha incumplido con sus obligaciones contractuales con la consiguiente desmejora en la prestación de los servicios; con motivo de ello, se le facilita la gestión modificando el contrato y condonándole deudas, en la "esperanza" de que así mejore el servicio y la prestadora pueda cumplir con sus obligaciones contractuales.
Se coincidió que es evidente que la concesión ha fracasado como ya ocurriera con casos similares de otras provincias y aún de la propia Capital Federal y el Conurbano. Las razones de este fracaso deben buscarse en el pliego licitatorio que partió de una base falsa, cual era suponer que las inversiones en materia de agua y saneamiento eran totalmente "trasladables a tarifa".
Se ha demostrado que el camino de la renegociación está muy lejos de asegurar el éxito de la gestión y la obtención de los objetivos.
El acuerdo propone una renegociación integral de todas las condiciones originalmente establecidas en el contrato de concesión: jurídicas, económicas, tarifarias, técnicas, calidad del servicio, modalidad de las prestaciones, área de la concesión, etc. Se incorpora a la Provincia como accionista minoritario de SPASSA, creándose la figura de un concedente que es al mismo tiempo concesionario.
Se recordó que el objetivo fundamental de la privatización de obras sanitarias fue proveer servicios de agua y alcantarillado a todos los usuarios en los primeros quince años de la concesión, para lo cual los oferentes debían incluir en su oferta un programa de inversiones que asegurará dicho objetivo y ello resultó determinante en la adjudicación de la concesión.