Por tal motivo, se ofrece aquí para conocimiento de la comunidad un resumen de lo acontecido, a modo de reseña histórica inicial, una posterior cronología de los hechos más relevantes desde 2006 hasta la actualidad, y los resultados de los estudios de diagnóstico recientemente finalizados.
En varias secciones de esta cronología, se mencionan los intentos de recuperación “del balneario en” la laguna Soto, simplemente debido a que después de la pérdida del mismo, hace ya más de 25 años, ese objetivo es el que más se ha deseado lograr en la comunidad saladeña. La utilidad recreativa es la que el común de la gente asocia habitualmente de manera casi instantánea y única al hacerse referencia a este espejo de agua.
Sin restar importancia a los posibles usos, que en verdad podrían ser diversos y sumamente beneficiosos por el significativo potencial que allí existe, lo que aquí se pretende es considerar a la laguna en sí misma, no a una utilidad en particular. El principal propósito es enfocar la atención en factores tales como su salubridad, la necesidad de su futura preservación, su importancia como recurso natural y reserva hídrica, básicamente por ser un componente del ecosistema, y un elemento distintivo e innegable de identidad del lugar.
Antecedentes históricos y ambientales
La laguna Soto tiene un alto valor simbólico y afectivo para las generaciones de saladeños que llegaron a disfrutarla en todo su esplendor, y aún la recuerdan en ese estado con nostalgia. Para los más jóvenes, de 30 años o menos, es prácticamente un recuerdo o un relato de los mayores.
Por medio de los primeros registros fotográficos y documentales existentes, correspondientes a principios del siglo XX, se puede saber que han sido diversas las actividades que allí se realizaban, particularmente vinculadas a su uso como balneario y a otros fines recreativos, deportivos y sociales.
El balneario municipal se habilitó el 16 de diciembre de 1928. Desde aquel entonces la laguna fue el centro de esparcimiento por varias décadas, si bien en algunos años ciertos factores lo impidieron, como la gran sequía que se prolongó desde 1943 a 1945, dejando a la laguna absolutamente seca. En términos generales, podría hablarse de un proceso cíclico de disminución-intensificación de su uso con fines recreativos en diferentes épocas, a causa de variados factores, pero sin llegar al extremo de no poder utilizarla más con esos propósitos. Eso llegaría más tarde.
El ultimo periodo en el cual el balneario municipal en la laguna Soto se mantuvo en forma continua en condiciones de ser utilizado, estuvo comprendido entre los años 1978 a 1982. Desde ese entonces, nunca se lo recuperó oficialmente hasta el presente (Octubre de 2008). Algunas de las razones se describen a continuación.
En 1983 se inauguró un complejo habitacional muy próximo a la laguna Soto: el barrio Don Bosco. Ese mismo año se adjudicaron las primeras casas, y al promediar la década del ‘80, las restantes, sumando un total de 151 viviendas. A partir de allí, se empezó a notar un cambio en el agua de la laguna, tanto en su aspecto visual (por la coloración verdosa y escasa transparencia que había adquirido), como así también en el olor que despedía. Las gestiones realizadas por las autoridades municipales de ese momento, permitieron determinar que esto se debía a que la laguna estaba recibiendo efluentes cloacales provenientes del mencionado barrio. En 1992 se solucionó provisoriamente el problema, eliminando el desagüe cloacal que hacía esos aportes a la laguna. Éste estaba ubicado en ese entonces casi debajo del puente de la ruta 13. Se desvió el mencionado desagüe dirigiéndolo al otro lado de esa ruta, desembocando en los bañados allí existentes. Con la implementación de la red cloacal general en Saladas, recién a fines de la década del ’90, se conectó el barrio a dicha red. Sin embargo, por los estudios científicos que se hicieron años más tarde, se pudo saber que la laguna sufrió significativas consecuencias relacionadas con el estado de sus aguas.
Antecedentes de intentos de recuperación del balneario
Desde que se empezó a padecer la problemática, el mejoramiento del estado de la laguna y su recuperación como balneario municipal, fue motivo de preocupación y un gran anhelo para los saladeños. En el pasado, hubo quienes tuvieron la inquietud de hacer algo al respecto, tanto vecinos como autoridades municipales. Sin embargo, los intentos, que en realidad han sido pocos e infructuosos, en algunos casos no pudieron concretarse, y en otros no pasaron de la etapa de las ideas. Podría decirse que esto influyó en los ciudadanos en adquirir cierto grado de frustración y en la generalización de la idea que “la laguna es irrecuperable”. La recuperación del balneario, es un tema que despierta polémica y causa en la gente reacciones encontradas. Por un lado, están los que consideran que es algo factible, incluso plantean sus propias ideas o técnicas para lograrlo.
Por otro lado, están los que creen que es absolutamente irrecuperable. Siempre que se intenta la recuperación del balneario, pareciera darse una regla general: al principio, surge en la comunidad una gran expectativa, la cual se transforma en decepción de la misma magnitud al no alcanzarse el éxito esperado. fmlacueva |
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