Cuando el senador santafesino Rubén Giustiniani presentó en la Cámara Alta de la Nación, un pedido para redestinar obras que el ejecutivo tenía comprometidas con la Provincia, a fin de ocuparlo para hacer frente a lo que en ese momento era una emergencia agropecuaria, se sabía que era mucho más lo que se necesitaba pero era lo que había. Y cuando la emergencia se convirtió en desastre, ya la llegada de esos 30 millones votados por el Congreso resulta, sino irrelevante, al menos poco festiva, incluso con el acompañamiento de los 6 millones para la ganadería prometidos por la presidenta Cristina Fernández.
Teniendo en cuenta un informe prestado el mes pasado por el Ministerio de la Producción santafesino, la estimación de porcentaje afectado por la sequía era de un 72,28 por ciento del territorio provincial, poniendo en riesgo a un total de 9 millones 612.701 mil hectáreas. Estimándose hasta agosto, un total de pérdidas en ganadería de 708.949.420 millones de pesos; en el sector tambero unos 75.240.900, y en agricultura: 901.622.000. Pero todavía hoy, pese a la tardía lluvia de octubre, aún no se aplaca el fenómeno por lo que estos números quedan superados ampliamente.
Los fondos de la Nación fueron girados a la Provincia el miércoles pasado, sin embargo, no fueron anunciados tanto como se esperaba tras los sucesivos recordatorios de este pendiente para Santa Fe. Tal como sucedió el pasado 30 de septiembre cuando el gobernador Hermes Binner se reunió con legisladores nacionales por Santa Fe para solicitarles que gestionen la efectiva liberación de los fondos comprometidos por la ley Nº 26.410. Sin embargo todavía se espera, y se especula con que esta semana podría haber novedades al respecto, que el ejecutivo provincial determine cómo se utilizarán.
Sin embargo, el titular de la cartera Juan José Bertero a sabiendas de que no es posible dar méritos por lo que algunos denominaron "migajas", ya que los fondos recibidos distan ampliamente de lo que se ha perdido y gastado desde que comenzaron a sentirse los efectos de la sequía, el Ministro ya especula sobre si con éstos no debería comenzar el proceso para restablecer el sistema productivo. Luego de 10 meses sin agua, fundamentalmente en el Norte, muchas cosas se han perdido en las economías regionales; urgencias que el sector agropecuario vive como la sequía más importante de los últimos 100 años.
El tiempo apremia
Voceros del senador Giustiniani, autor del proyecto por el cual se redestinaron los fondos a la Provincia, aclaran que aunque poco, en ese momento en que se elaboró el pedido era lo que se necesitaba para comenzar a tomar medidas sobre las pérdidas que comenzaban a detectarse tras ocho meses de sequía.
El senador nacional dijo al respecto, al confirmar el viernes pasado el ingreso de los fondos a las arcas provinciales, que "el Gobierno Nacional cumplió con la ley dispuesta por el Congreso. Sabemos que esto es sólo una ayuda y que las pérdidas son cuantiosas. Desde el Senado seguiremos haciendo todas las gestiones necesarias para afrontar una situación de extrema gravedad".
Según se especula desde el entorno del legislador, esta medida fue retrasada incluso para su sanción, contando su presentación y sanción en el Senado en el mes de agosto, luego fue girado a la Cámara de Diputados, la cual lo aprueba recién tres semanas después, hasta que finalmente el ejecutivo acata el dictamen del Congreso un mes después. La partida de 30 millones de pesos fue dispuesta a través de la ley Nº 26.410 fue publicada en el Boletín Oficial el pasado 18 de septiembre.
Por su parte el diputado nacional Fabián Peralta, de la Coalición Cívica, expresó que "la demora que hubo en el envío de dinero es de mucha gravedad porque el Gobierno Nacional no acató inmediatamente una ley dispuesta por el Congreso de la Nación". Además manifestó que "los 30 millones de pesos son solamente una ayuda simbólica por la gravedad de las pérdidas".
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