La Universidad del Salvador (Usal) se puso al frente de un proyecto en defensa de los Esteros del Iberá. Para llevar adelante los diferentes estudios se pondrán en funcionamiento estaciones meteorológicas, hidrológicas e hidrométricas ubicadas en puntos estratégicos de la zona.
Fue contratado para liderar la iniciativa el experto investigador Vincent Hull, perteneciente al Consejo para la Investigación y Experimentación en Agricultura de Italia. De la investigación participa activamente el Instituto de Medio Ambiente y Ecología (Imae) de la Usal, creado en 1991 y pionero, como organismo universitario en el estudio de la problemática medio ambiental.
La Universidad del Salvador, a través de su Vicerrectorado y mediante fondos propios, inicia un ambicioso proyecto de estudio ambiental a través de la puesta en funcionamiento de estaciones automatizadas hidrológicas, hidrométricas y meteorológicas localizadas en distintos puntos de los Esteros del Ibera en la provincia de Corrientes.
El investigador Vincent Hull es el responsable de encarar el proceso de monitoreo en las zonas ubicadas en Colonia Carlos Pellegrini, Galarza, Concepción, Mercedes y nacientes del Río Miriñay. El propósito es el de relevar las modificaciones temporales y espaciales de indicadores claves del ecosistema del humedal con el fin de determinar el impacto de actividades antrópicas así como las variaciones naturales en la estabilidad de los ecosistemas.
El estudio de la hidrología de los humedales es fundamental para determinar las características biogeoquímicas y ecológicas de sus ecosistemas. Los humedales de los países del Mercosur tienen una hidrología particularmente compleja, la cual ha sido en los últimos treinta años, en algunos casos modificada fuertemente. Esta modificación es tanto a nivel regional, como resultado de los cambios climáticos globales y de la variabilidad del clima relacionada con la oscilación meridional de El Niño. Asimismo los cambios introducidos a nivel local en la hidrología se deben a la construcción de una gran cantidad de instalaciones hidroeléctricas y vías de transporte fluvial.
Los Esteros del Ibera poseen una superficie de 1.100.000 hectáreas y una altitud de 60 metros. Con un vasto conjunto de lagunas poco profundas (hasta 5 centímetros) de agua dulce, los esteros disponen de una abundante vegetación flotante, ríos y arroyos de caudal lento y bosque fluvial asociado, terrenos y praderas inundadas estacionalmente. Es por ello que se hace imprescindible encarar este tipo de estudios para conocer el impacto del proceso de degradación del relieve y subsuelo debido a la acción humana.
La consecuencias de no seguir adelante con un monitoreo permanente, esencial para una adecuada toma de decisiones en al manejo y gestión de los Esteros del Ibera, atentan contra su desarrollo sostenible.
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