Aunque aún no comenzó la cosecha en el Partido de Pergamino, la campaña triguera 2008-2009 quedará en el olvido. No así para los productores que tienen parte de las aproximadamente 25.000 hectáreas sembradas. El ciclo agrícola del trigo comenzó mal: primero se hizo difícil sembrar por el paro agropecuario y por la falta de precipitaciones que no permitía las labores. Luego de unos pocos milímetros los productores pudieron sembrar pero seguidamente pasaron meses sin lluvias, lo que provocará una caída en el rendimiento.
Aunque en Pergamino aún no comenzó la cosecha, en las provincias del nordeste del país y en el extremo nordeste de Santa Fe sí: en estas zonas los rendimientos son en general bajos debido fundamentalmente a la irregularidad climática, por lo que se confirmaría una importante reducción en el volumen de la producción nacional que la Bolsa de Cereales de Buenos Aires sostiene en un 28% menor a la campaña agrícola precedente.
En el extremo sureño de Santa Fe (en Bombal, Bigand, Alcorta) se aguardan no más de 20 quintales por hectárea (qq/ha) en los mejores lotes. En la zona de Venado Tuerto se espera que los sembradíos tempranos entreguen 20-25 qq/ha y los tardíos algo más: entre 25-30 quintales. En el nordeste de Buenos Aires, la densidad de plantas por unidad de superficie quedó muy baja y hubo elevado aborto de espiguillas (pocos granos). En consecuencia no se esperan más de 2.000 kg/ha.
El ingeniero agrónomo Gustavo Ferraris, del área Desarrollo Rural del Inta Pergamino, señaló que con las primeras lluvias de septiembre el trigo ingresó en una etapa de recuperación, no obstante no alcanzaron para recuperar al cultivo: “Una buena parte de los componentes del rendimiento, particularmente el número de plantas y la expansión foliar, que permite alimentar a los granos, se vieron restringidos con lo cual el rinde va a ser mucho menor al que tuvimos el año pasado. Aún no se puede estimar cuánto, pero los rindes caerían cerca de un 40 por ciento”.
Los factores que determinarían que los rendimientos sean menores al ciclo agrícola 2007-2008 serían varios, los que fueron enumerados por Gustavo Ferraris: “Durante el proceso de macollaje, cuando el trigo genera nuevos tallos que después serán nuevas espigas, se dio una situación de estrés hídrico muy severo, lo que hizo que no solamente la planta no pudiera absorber agua sino tampoco los nutrientes disueltos en el suelo, lo que provocó una pérdida de macollos y que quedara con un menor número de espigas. A su vez los trigos alcanzaron menor altura y nivel de cobertura, la que después permite llenar los granos. Entonces vamos a tener como resultado un menor número de plantas por metro cuadrado y espigas más cortas. Esperemos que las espigas que se formaron se llenen de un importante número de granos y que éstos sean pesados, pero ésta será una recuperación parcial porque el principal componente de rendimiento (número de espigas) se vio condicionado. El color verde intenso que se puede ver es producto de que están tomando todos los nutrientes que no pudieron asimilar durante la etapa de sequía”.
El profesional del Inta Pergamino explicó que la mayoría de los lotes del Partido se conservaron y que son muy pocos los que fueron pulverizados para destinarlos a soja de primera: “En función del nivel de fertilización, de la calidad de suelo y de la fecha de siembra (aquellos que no estaba tan avanzado su estado fenológico) fue que muchos lotes se recuperaron. En cambio aquellos avanzados tendrán el rendimiento más condicionado. No obstante en general se observan niveles de recuperación interesantes. Creo que puede haber un número importante de lotes con rendimientos de 2.500 a 3.000 kilos que pueden ayudar a salvar los costos de implantación del cultivo”.
Siembra de maíz y soja
Gracias a las nuevas precipitaciones que se dieron durante el último fin de semana se registraron importantes avances en la siembra de maíz en la zona líder bonaerense (Pergamino, Rojas, Colón, Arrecifes). Lo mismo sucedió en las localidades ubicadas en las inmediaciones del Río Paraná, (San Nicolás, Baradero, Lima, Zárate): “Las recientes lluvias mejoraron notablemente las perspectivas del maíz, no sólo porque hay humedad para sembrar sino también porque los cultivos podrán atravesar las primeras etapas del ciclo con buenas reservas de agua. Las siembras prácticamente están concluyendo, creo que de no mediar lluvias, esta semana finalizarían. Fue una campaña breve y se prevé que haya una reducción del área. Se ha notado menos tecnología aplicada, sobre todo en lo que hace a fertilización debido a las relaciones de precios de los insumos y al precio del maíz. Estos factores provocaron también que no pocos productores decidieran hacer soja de segunda, cuya siembra empezaría la semana que viene de haber buen tiempo”.
-¿Cree que en Pergamino aumentará la superficie de soja?
-Sí, la soja va a ser la vedette de esta campaña. Las perspectivas para el cultivo son buenas porque hay humedad y se va a poder sembrar con buenas condiciones. Respecto de la soja el productor también tiene una actitud un tanto conservadora, al menos en el uso de fertilizantes ya que su precio lleva a elegir mezclas de fertilizantes que sean más baratas, con menor grado de nutrientes (particularmente fósforo), a reducir las dosis y en casos extremos a no fertilizar o hacer labranza para movilizar nutrientes”.
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