Que los embalses que conforman el sistema Ter-Llobregat se encuentren por encima del 60% de su capacidad es poco más que un espejismo. Así lo cree el Col·legi d´Enginyers de Camins, Canals i Ports. Aun reconociendo que ha llovido mucho desde el pasado marzo, cuando las reservas estuvieron a punto de caer por debajo del 20%, esta entidad alerta de que la sequía que padece Catalunya es estructural y, en consecuencia, requiere actuaciones más amplias que las que actualmente impulsan las administraciones y que incluyan la desalinización, una mejor gestión, la interconexión de redes y nuevos trasvases, entre ellos el del Ródano.
"En los momentos de emergencia los responsables de la política del agua no atienden a criterios técnicos", lamenta el decano del colegio, Josep Oriol. A su juicio, hay que "despolitizar las decisiones", para lo cual es necesario alcanzar un "pacto nacional del agua" que persiga "garantizar el suministro".
La comisión de Agua y Energía del colegio ha aprobado un documento en el que destacan las "debilidades estructurales" del sistema Ter-Llobregat, donde "la demanda de agua prácticamente coincide con la capacidad de almacenamiento de sus embalses y casi también con la aportación media anual". Madrid tiene el doble de recursos hídricos de los necesarios y Marsella dispone de 25 veces más de la que consume, recuerdan los ingenieros. En Barcelona, cuando las aportaciones no alcanzan la media, el sistema sufre. El ejemplo lo tuvimos la pasada primavera. Y se repite cada dos o tres años.
La entidad colegial considera que los ríos de las cuencas internas están sobreexplotados y urge aumentar sus caudales. Por otra parte, la contención del consumo ha llegado a un límite casi infranqueable. Además, en contra de lo que muchos creen, hay pocas fugas en la red. Tampoco la desalinizadora del Prat -una de las cuatro nuevas previstas en Catalunya- sería suficiente en caso de que se sucedieran una primavera-otoño o un otoño primavera secos. Asimismo se reducirá la captación del Ter cuando comience a haber más agua desalinizada, con lo que el saldo casi no crecerá.
Así las cosas, hay que actuar al mismo tiempo en varias líneas, subraya el colegio. "Se trata de tener todas las infraestructuras posibles y utilizarlas cuando haga falta, según las necesidades", explica Jaume Fleta, presidente de la comisión de Agua y Energía. A largo plazo, el trasvase del Ródano se apunta como solución principal, después de certificar su viabilidad técnica y económica y abordar su condición de infraestructura internacional. El Gobierno se ha comprometido a estudiarlo.
Antes, los ingenieros proponen interconectar las redes (no sólo las Ter-Llobregat y Tarragona, también las de la Costa Brava y la Catalunya Central), así como profundizar en una gestión global que abarque el Ebro, el Segre y el Noguera Pallaresa en la que se incluya la modernización de los regadíos. También se plantea avanzar en la desalinización, aunque debe tenerse en cuenta el elevado coste energético y las emisiones de CO . Por ello, estas plantas 2 deberían ser un recurso complementario y no la base del sistema. Por último, se sugiere reutilizar agua depurada.
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