Los Números
$16 es la tarifa fija mensual que abonan los vecinos sanluiseños por el servicio de agua. Para las casas que cuentan con red cloacal el monto asciende a $30.
Los habitantes de San Luis del Palmar se encuentran desde hace tres días con importantes restricciones en el servicio de agua corriente. Hasta ayer, la población que vive en los barrios periféricos mantenía una sequía total en sus grifos, mientras que en el casco céntrico había poca presión y se producían constantes cortes en el suministro. La difícil situación se vio reflejada en el hospital local y también en las escuelas, que registraron altos índices de inasistencia durante estos tres días. Ayer trabajaban a contrarreloj para poner en funcionamiento una red que alimente, principalmente, a los asentamientos más alejados.
Los problemas en la provisión de agua corriente se registran desde el martes. Ese día los vecinos de San Luis se en-contraron con que los grifos no daban el vital líquido con la presión de siempre, y el miércoles la situación empeoró con el corte total del servicio. Esa misma noche, la Asociación de Saneamiento Urbano Sanluiseña (Asusan) había anunciado que brindaría un total de 20 litros diarios de agua por familia a quienes tuvieran su situación regularizada, mientras que para los usuarios con deuda, la ración sería de sólo 8 litros. Sin embargo, este reparto no hizo falta, ya que con el correr del día el servicio se fue normalizando, aunque sólo para algunos sectores de la localidad.
En la mañana de ayer se realizó una reunión en la capital provincial, donde una comitiva de sanluiseños, encabezada por su intendente, Vicente Romero, pidió explicaciones a directivos de la empresa Aguas de Corrientes, desde donde se envía agua a San Luis por medio de un acueducto. Allí los representantes de la empresa prestataria informaron que el envío del vital líquido es el mismo y que el grupo de técnicos que se trasladó a la localidad determinó que hay un gran porcentaje de agua que se derrocha, además de varias conexiones clandestinas, situadas en su mayoría en la zona rural.
“Es que al no tener medidores y haber una tarifa fija, a la gente no le importa y derrocha el agua corriente como si nada”, dijo a El Litoral Hilda Borda, una vecina del barrio San Pantaleón, que hasta la tarde de ayer se encontraba sin servicio de agua. “Queremos que nos pongan los medidores y que de una vez se terminen estos problemas”, dijo la vecina.
En este sentido, desde la localidad informaron que el pago por el servicio de agua potable es de $16 y asciende a $30 para las viviendas que cuentan con red cloacal.
Una sanluiseña comentó que no envió a sus hijos a la escuela, ya que los niños no tienen agua potable para tomar y -según dijo- el tanque del establecimiento está contaminado. Esta situación fue corroborada por este medio, ya que desde el Municipio informaron que desde que comenzó el problema, la asistencia de los niños a los edificios educativos es muy baja. Similar es la situación que se vive en el hospital local, donde durante los dos primeros días, se vio restringido en algunas de sus funciones. Ayer, los Bomberos Voluntarios de San Luis limpiaron y llenaron el tanque del nosocomio, que ahora presta servicios dentro de sus posibilidades.
Por su parte, la Asusan se encontraba instalando una red desde una perforación que se encuentra en las afueras de la localidad, con el fin de abastecer a los pobladores de los barrios periféricos, los más castigados por esta situación
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