Una problemática que aqueja a la ciudad desde hace décadas y que, a primera vista, no parece tener solución a corto plazo, a pesar de que se trabaja en construcción de desagües, es el tema del agua en las calles luego de cada lluvia, sea ésta leve o moderada, y ni qué hablar cuando es intensa.
Es un inconveniente que no sólo es propio del casco urbano, sino también de muchos barrios de los alrededores, en los que puede verse a calles y avenidas con agua acumulada sobre la calzada y principalmente las esquinas.
Claro está, que esto provoca serios trastornos a los vecinos que deben "sortear" los charcos de agua y evitar en todo momento no ser salpicados por vehículos en las arterias anegadas.
También es cierto que algunos barrios lo padecen en menor medida que otros, aunque es un tema bastante generalizado, que por su constancia en el tiempo hasta es tomado por algunos como algo "natural".
No obstante, muchos otros vecinos no disimulan su descontento por las calles de la ciudad, dado que pese a muchos esfuerzos no siempre la gente sale sin ningún percance dentro de este contexto donde las calles evidencian sus fallas en infraestructura dadas por la carencia de bocas de tormenta.
En el centro de la ciudad el tema no es menos grave con diferentes obras encaradas, ya que también complica al tránsito y oculta los baches que aún persisten en algunos lugares, como los ubicados en calles donde hay paradas de varias líneas de colectivos urbanos.
Los barrios más alejados del centro de la ciudad son los más afectados, ya que no sólo padecen el agua en vastos sectores sino también mucho barro, producto de la falta de barrido los días de buen clima.
En tanto, la ciudadanía aguarda que las obras municipales lleguen a los barrios para solucionar en alguna medida esto, y muchos son los que siguen atentamente los pasos que dan en este sentido la Intendencia y el Concejo Deliberante a través de convenios para la realización de obras viales en la ciudad.
El tránsito
El desenvolvimiento del tránsito se ve limitado y complicado por esta situación, y acrecienta los problemas para los propios transeúntes que deben evitar ser salpicados por los automóviles dado que a causa del volumen de agua en las calles, mucha de ésta va a parar sobre las veredas ensuciando el parterre y algún que otro desprevenido caminante.
El principal problema: la falta de bocas de tormenta que son el principal ingrediente de tanto desfasaje, con lo que esperar más de este tipo de soluciones sería casi una utopía, por lo que la población al menos espera que se escurran las calles y se desobstruyan bocas de tormenta, algo que normalmente no ocurre, mal que pese a los vecinos.
Desde la comuna, se sostiene que los trabajos se realizan en la medida de lo posible. Como corolario de todo esto, cabe mencionar el riesgo que representa para las personas de la tercera edad y no tanto, porque acrecienta el peligro de resbalones que pueden fácilmente pasar a mayores según la ocasión.
Lo cierto es que cada lluvia sobre la ciudad complica el panorama para la gran mayoría de los habitantes, y por el momento no se perciben grandes esfuerzos por parte de las autoridades competentes que las más de las veces evitan referirse al tema o incluso "olvidan" mencionarlo en determinadas ocasiones en las que hay declaraciones públicas. |
|
|