El proyecto fue presentado ante las autoridades de Buenos Aires por el actual diputado provincial, Jorge Basso, que tras una serie de reuniones logró aprobar dicha iniciativa que habilita a la delegación local del PROSAP a comenzar con la etapa de formulación del pliego y condiciones técnicas para la licitación, y posterior ejecución de este importante proyecto.
Basso manifestó su satisfacción por este gran avance relacionado con el desarrollo de un recurso estratégico clave para cualquier provincia, y más para La Rioja, como es el agua. En este sentido, también precisó que este plan de trabajo contempla una inversión total de U$S 1.628.158 en un periodo de ejecución de 2 años.
El PROSAP, Programa de Servicios Agrícolas Provinciales, es un Programa de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación cofinanciado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BIRF).
El Programa se inscribe en las políticas de fortalecimiento de la actividad productiva y desarrollo rural del Gobierno nacional, y contribuye al incremento de la competitividad del sector agroalimentario, la generación del empleo y la reconstrucción del tejido productivo de las economías regionales y provinciales.
De esta manera, canaliza la inversión pública para el mejoramiento de los servicios agropecuarios a través de una amplia cartera de proyectos provinciales y nacionales con impacto en todo el territorio nacional.
Respecto a las implicancias técnicas de este proyecto, el ingeniero Calela, responsable técnico del PROSAP La Rioja, expresó, “La Rioja está considerada la provincia con menor disposición de recursos hídricos del país, razón por la que se debe ser muy eficiente en su utilización y distribución. El primer paso para el manejo adecuado del agua es el conocimiento preciso de ésta, su disposición y en base a ello poder relacionarla con la demanda”.
Por otra parte, agrego que “en vista a la posibilidad de integrar la informática para la gestión del uso racional del agua, a través del desarrollo de un sistema computarizado que permita compilar y estandarizar todo el flujo de información circulante respecto al líquido elemento”.
Los datos serán organizados bajo un esquema centralizado, almacenados y modelizados de manera tal que permitan generar indicadores para realizar análisis comparativos, evaluar riesgos, prevenir eventos, mejorar la planificación y optimizar las acciones de control, brindando de este modo más y mejores servicios a la población objetivo. De esta manera, “los datos podrán ser transformados en información, constituyendo de este modo un verdadero activo de la organización y un insumo clave para la gestión de las políticas públicas sectoriales”, expresó.