Desde hace un mes, los 6 000 habitantes del centro de Quero, en Tungurahua, ya tienen agua potable todo el día. El Municipio asignó USD 500 000 para la ejecución de la obra.
Los recursos fueron invertidos en la ampliación de los tanques de almacenamiento, ubicados en el sector El Empalme. Además, se instaló la planta de potabilización, al norte del centro cantonal.
Desde allí se distribuyen 13 litros de agua por segundo, que se obtienen de las vertientes ubicadas en los páramos de Mocha. Desde este lugar hasta los tanques de distribución hay 21 km de distancia. También se invirtieron USD 220 000 en tubería.
Según los técnicos municipales, fue necesario construir dos tanques reservorios que tienen una capacidad para almacenar 200 m3 de agua.
Estos trabajos permitieron solucionar uno de los problemas urgentes de ese cantón, situado a una hora de Ambato.
“Gastábamos USD 25 mensuales en la compra de agua”, recuerda con tristeza Margarita Arévalo, habitante de Quero.
Elina Villacrés, otra de las beneficiarias, dice que en los últimos cinco años sus vecinos accedían al agua solo dos días a la semana y durante 30 minutos.
“Eso nos obligaba a guardar el líquido en recipientes, para el consumo personal y para las labores agrícolas. Nunca tuvimos problemas con la calidad, pero sí con el abastecimiento”, asegura la mujer de 45 años.
Antes de la ejecución de la obra, el Municipio controlaba que el agua de los tanqueros no esté contaminada. El fin era evitar que los consumidores se contagien de enfermedades.
Según Raúl Gavilanes, alcalde de Quero, con el nuevo sistema, el cantón tendrá agua potable segura durante la próxima década.
En estos meses, el Cabildo planifica cambiar la red de distribución. “Esto es una obra complementaria”, dice el Burgomaestre.
Homero Villacrés, técnico del Departamento de Agua Potable, añade que también se espera una resolución de la Corte Constitucional. Ese organismo analiza si el Cabildo puede utilizar las vertientes Las Abras, ubicadas entre los páramos de las provincias Chimborazo y Tungurahua.
“Todavía no se emite una resolución. A pesar de ello, con el caudal que contamos ya estamos sirviendo a la zona urbana. Si la Corte emite una resolución favorable, el caudal será de 25 litros por segundo”, asegura Villacrés.
Por ahora, una de las preocupaciones de los técnicos municipales es proteger las captaciones de agua. El propósito es evitar que la ceniza que expulsa el volcán Tungurahua contamine el líquido.
El cantón Quero es una de las jurisdicciones más afectadas por el proceso eruptivo del coloso. Los vecinos se han quejado constantemente por la caída de ceniza, que por lo regular afecta a los cultivos y a las vertientes de agua.
Actualmente, la actividad volcánica es normal. |
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