La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) han iniciado una operación de asistencia a los más de 20.000 damnificados por las recientes inundaciones en las provincias de Hadramout, en Yemen.
Según estimados oficiales preliminares, las lluvias torrenciales han dejado al menos 180 muertos y han destruido 2.000 viviendas, además de causar el desplazamiento de más de 10.000 personas.
El ACNUR ha despachado ya hacia las áreas afectadas once camiones con productos de primera necesidad como tiendas de campaña, lienzos plásticos, colchonetas, mantas, bidones y mosquiteros.
“Hemos empezado la distribución de asistencia a los yemenitas siniestrados. Aunque normalmente el ACNUR no opera en casos de desastres naturales, Yemen ha sido un país anfitrión muy generoso con decenas de miles de solicitantes de asilo y refugiados que cruzan el Golfo de Adén. Esto es lo menos que podemos hacer”, explicó Ron Redmond, portavoz en Ginebra del organismo.
Por su parte, el PMA ha comenzado a repartir galletas de alto contenido energético y dátiles entre 20.000 personas afectadas.
Además, el Programa ofrece apoyo a otras agencias humanitarias, ya que gracias a sus operaciones regulares en Yemen, cuenta con una amplia red logística y amplia presencia en el terreno.