Decenas de pescadores tucumanos fueron atrapados en los últimos días a lo largo del cauce del río Dulce por la policía santiagueña. Fueron sorprendidos cometiendo una clara violación a la ley provincial Nº 4802, de protección de la fauna ictícola de Santiago del Estero. Es que, muchos –sino la mayoría- de los pescadores que vienen de la vecina provincia no saben de límites ni tienen conciencia de la necesidad de preservar los ejemplares de la región cuando su cometido es arrancar de las aguas todo tipo de pez, sin importar tamaños, métodos ni vedas que se traten de imponer.
El pasado fin de semana se puso en marcha un plan de acción en los departamentos Loreto, San Martín y Atamisqui, a cargo de personal de la Subdirección General de Fauna. Paradójicamente, la tarea arroja resultados que son positivos, pero también preocupantes, por la gran cantidad de pescadores furtivos que tuvieron que ser multados con montos que varían entre $ 130 y $ 590, y despojados de los elementos de pesca que portaban, como también de las piezas que habían atrapado, los que luego –según informaron desde la policía- fueron repartidos entre las familias de escasos recursos de esta ciudad.
Los controles se realizaron de forma sorpresiva en distintos puntos de este departamento, y en los departamentos San Martín y Atamisqui, y el resultado fue el secuestro de decenas de cañas de pescar, redes agalleras, canastas y otros elementos no permitidos.
Fueron secuestrados más de 700 peces de distintas especies y tamaños, una lancha, más de 12 redes agalleras y 30 cañas. Intervino personal del mencionado organismo que depende de la Dirección de Recursos Forestales y Medio Ambiente, que estuvo dirigido por el ingeniero Jorge Goles, y que contó con el apoyo de la policía de la provincia.
Las infracciones más comunes fueron las que estuvieron relacionadas con la cantidad de piezas permitidas y con el tamaño, mientras que las contravenciones relacionadas con los métodos ilegales de captura fueron realizadas a ciudadanos tucumanos, y en poder de un grupo integrado por más de ocho personas se le secuestraron 300 peces de distintos tamaños.