Integrantes de la Comisión de Padres de Alumnos de Tucumán entregaron a representantes de España, Francia y Japón un documento donde se detallan las causas de la posible contaminación con mercurio, cobalto y estroncio del agua de la ciudad de Concepción. El informe, que cuenta con las firmas de Josefina Ferrer, Liliana Abregú Busatti y Eduardo Carrizo, fue presentado en el marco del tercer Seminario sobre Cooperación Internacional, en el Colegio de Graduados de Ciencias Económicas realizado el jueves pasado.
Según Ferrer, Jean- Pierre Garino (Francia), Felice Longobardi (Italia), Javier Calviño Pazos (España) y Juan Carlos Yamamoto de Japón, prometieron estudiar la situación y proponer alternativas de solución.“Quedaron abiertas las puertas para seguir tratando esta problemática que afecta particularmente a Concepción y constituye, a su vez, un serio riesgo para toda la provincia”, agregó Ferrer.
En el escrito entregado a los representantes extranjeros los padres explicaron los negativos resultados de un análisis encargado por la Federación de ONGs Ambientalistas de Tucumán el 11 de septiembre de 2006. El estudio, elaborado por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) detectó que en un pozo de plaza Abel Peirano de esa ciudad el agua contaba con un 160 por ciento más de mercurio que lo estipulado por el Código Alimentario Nacional para el agua potable, a la vez que se encontraron altos niveles de cobalto y estroncio, en la totalidad de los pozos analizados.
Se recordó también que un vecino de la zona tomó una muestra de agua de su domicilio, y aprovechando que su hijo trabaja en un laboratorio de control de agua en Londres, Inglaterra, el “Sutton and East Surrey Water” hizo analizarla en diciembre de 2006. “Los resultados fueron por demás preocupantes, dado que encontraron una concentración aún mayor de mercurio, que lo que habían detectado los técnicos de la CNEA”, explicaron los padres a los representantes foráneos.
Tras esto, la Comisión presentó ante la Justicia una acción de amparo; juicio que todavía no tiene definición en el fondo de la cuestión.
“El accionar de la Justicia, nos llevó a descubrir que el responsable del mercurio en el agua es nada más y nada menos que la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) que, usando un hipoclorito de baja calidad, contaminado con mercurio, nos lo está colocando en nuestro vital elemento y por qué no decirlo, con toda seguridad en toda la provincia e inclusive hasta en la mayoría de las comunas. Nos preguntamos:¿Es posible que podamos permitir tal adulteración, teniendo en cuenta que a nivel mundial se está erradicando el mercurio por contaminante? ¿Es posible que permitamos que se nos ponga justamente en el agua, cuando por dar un ejemplo en la Comunidad Europea se está eliminando los termómetros de mercurio también por contaminantes?”, se quejaron los vecinos.
Sin embargo, para la Comisión esta no sería la única causa de la posible afectación del agua. Aseguran que Minera Alumbrera enterró desechos provenientes de la ruptura del mineraloducto, en márgenes del Río Medina, en la playa del dique de “Villa Lola”. Ese barro minero, según aseveraron los denunciantes, contiene según análisis de suelo practicado también por la CNEA, más de 20 metales pesados. “Si se tiene en cuenta que dicho dique se encuentra 13 kilómetros al oeste de Concepción, y con una diferencia de altura de unos 300 metros sobre ella, las conclusiones no pueden ser otras”, sostiene el documento.
Los vecinos afirmaron además que, a mediados de 2007, lanzaron junto a autoridades de Concepción un control epidemiológico de presencia de mercurio en unos 120 niños de edad escolar de los cuales a 6 encontraron mercurio en su cuerpo, 2 de ellos con niveles altos.
“Para quienes conocemos el origen de la contaminación por mercurio, nos resulta imposible no realizar el siguiente razonamiento: si en una población de 120 niños, encontraron 6 con presencia de mercurio, eso porcentualmente significa un 5 por ciento de niños intoxicados. Haciendo una proyección sobre la totalidad de los chicos de Concepción, no dudamos que el porcentaje nos daría entre 2.000 a 2.500 niños con mercurio en el organismo”, advirtieron desde la Comisión.
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