A mitad de cuadra, un parche a medio terminar permanece rebasado en el centro de la calzada. El paso incesante de vehículos ayuda a esparcir calle abajo el charco, que enseguida vuelve a llenarse. Paralelamente, un chorro sale de un desagüe domiciliario y corre con fuerza por el cordón cuneta. El olor pestilente completa el panorama en calle Victoria al 500, entre Misiones y San Luis.
Es que en ese sector, hace meses que la red cloacal colapsa y desde entonces los habitantes de la cuadra vienen padeciendo las consecuencias.
“Esto es nocivo para la salud física y psíquica. Yo estoy re loca”, confiesa una vecina, cuyo baño quedó inundado por los líquidos en dos oportunidades. Pero además de los inconvenientes internos, en su casa, la señora apunta a lo que sucede afuera, en la vereda: “Estamos todos afectados en el barrio. Tenemos que saber que se incorporó en la Constitución el derecho al saneamiento ambiental. Y sin embargo, nos pasa esto”, reflexiona en relación a los desbordes abundantes que se observaban en la tarde del viernes. A eso, la vecina añade que en la zona ya había una persona con hepatitis.
Como el caso de la señora, los vecinos que conversaron con EL DIARIO dan cuenta de otras experiencias. Por ejemplo, comentan que en la vereda de enfrente (del lado norte), suele salir agua servida (líquido y sólido) por un desagüe que vierte sobre la acera y el torrente avanza hacia calle San Luis. Por ahí, el tránsito de las peatones es continúo y además van y vienen los chicos de la cuadra. Ante eso, los habitantes advierten sobre el riesgo para la salud, al tiempo que se muestran indignados por “la falta de respuesta” de parte de la Municipalidad de Paraná.
RECLAMO. “Hemos llamado decenas de veces” a distintas áreas y funcionarios de la Comuna, afirma Rodolfo Borini, uno de los vecinos afectados. Las respuestas han sido en estos últimos días: “´Ya vamos ir’. `Está el camión roto`”, enumera el vecino. Lo cierto es que en el caso de Borini, el problema recrudece en el lavadero y en el baño de la planta baja de su casa.
“El baño directamente no lo usamos porque sale líquido por el desagüe de la ducha. Lo cerramos y abrimos la claraboya. Tenemos otro en la planta alta y eso nos salva”, cuenta. En cuanto al lavadero, un masa abundante de líquidos no cesa de salir de una boca, al tiempo que desagua por otra ubicada a pocos centímetros que corresponde al desagüe pluvial. En el medio, inundado, el lavarropa y otros elementos de limpieza. El agua servida termina saliendo, a borbotones, en el cordón cuneta. Así planteada la situación, Borini asegura que el trastorno afecta toda la familia.
TIEMPO. Los vecinos dicen que hace unos cinco meses que la red, en ese tramo de Victoria, viene teniendo fallas. Primero, señalan que operarios municipales abrieron un pozo en la calle y de ahí intentaron desobstruir la cañería. Después, ante la persistencia del inconveniente, hicieron otro boquete, trabajaron desde ahí, cuando creyeron haber solucionado el problema, taparon el pozo provisoriamente y ahora por ese sector -cubierto al parecer con tierra. fluye líquido. Desde entonces, el vecindario ha seguido insistiendo ante la Comuna, “sin suerte”, aseguran.
“Este es un problema de resultados. Pueden venir a arreglar ciento cincuenta veces y si no lo resuelven, a nosotros no nos sirve. El resultado consiste en que nos den una solución definitiva al problema de las cloacas”, afirma una señora de calle Victoria 534.
Los vecinos aseguran que además de haber planteado el reclamo en las áreas correspondientes (Obras Sanitarias), han hablado telefónicamente con la Secretaria de Gobierno, Rosario Romero, y con el subsecretario de Saneamiento, Juan José Moreno, entre otros. “A mí no me satisface que me digan que el camión (desobstructor) está roto. Esto es un problema que nos excede”, agrega.
Desesperados, los habitantes analizan alternativas para conseguir una solución al inconveniente. Así, una vecina confiesa que buscó el asesoramiento de un abogado y una posibilidad sería enviar una carta documento a la Comuna. Aunque, se esperanzan en que el reclamo sea escuchado, sin mediar otros instrumentos, y el Municipio cumpla con la prestación de un servicio público esencial, como el de cloacas.
Con respuesta
El lunes 27, EL DIARIO publicó la queja de vecinos de calle Balcar, en la zona del barrio Paracao, pues hacía casi dos meses que llamaban a Obras Sanitarias pidiendo el arreglo de la cañería de las cloacas. El sistema se había rebalsado y corría sin parar por el sector. El mismo día de la publicación, por la mañana, una cuadrilla municipal llegó a la zona e inició las tareas de desobstrucción, informó una vecina. Seguidamente, la señora se lamentó por el hecho de que aparezca la respuesta del Municipio recién cuando sale a luz el reclamo.
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