Ante el planteamiento de los negociadores paraguayos del modo actual de aprovechamiento de los beneficios de Itaipú, sus colegas brasileños replicaron que “debe aplicarse el Art. XIII del Tratado”.
La confesión fue hecha por el Ing. Ricardo Canese, jefe del equipo paraguayo, en una entrevista sobre los resultados de la ronda del 27 de octubre con ABC Color.
También admitió que en las tratativas que la postura de la libre disponibilidad del excedente energético nacional en Itaipú “es el tema de máxima tensión”, en la agenda bipartita.
37.591.100 MWH
Recordemos que del pliego de reclamos que entregó el Gobierno de Fernando Lugo a su par brasileño Luis Inácio Lula de Silva a principios de agosto pasado, seis en total, el primero plantea la “libre disponibilidad de la energía paraguaya para comercializarla en otros mercados que ofrezcan mejor precio”.
De acuerdo con registros técnicos disponibles, en el 2007, el excedente energético paraguayo en la usina fue de 37.591.100 megavatios hora (MWh).
El Art. XIII del Tratado de Itaipú establece que “la energía producida por el aprovechamiento hidroeléctrico... el 50 % será dividida en partes iguales entre las dos partes ...”
El año pasado la hidroeléctrica generó 90.322.800 MWh, luego 45.161.400 eran de su indiscutida propiedad. Como la ANDE consumió solo 7.570.300 MWh, se infiere que la “energía que no utilizó fue de 37.591.300 MWh.
Por una dudosa interpretación del artículo de marras, ya que nadie declara ante un organismo público, documento mediante, quién es el que tiene excedente y a cuánto asciende ese excedente, se acepta que es nuestro país el que lo tiene y que, por ende, el que debe cederlo y aceptar el castigo de la mísera compensación: US$ 2,67/MWh.
La libre disponibilidad, además, tiene estrecha relación con otro paso técnico, cuya bondad en los procesos integradores regionales está plenamente demostrado: la interconexión. En este caso entre Itaipú y Yacyretá, paso al que también se oponen, según se supo, los negociadores brasileños: “porque no está previsto en el Tratado”. Sin embargo, lo sostienen e impulsan en el contexto del flamante Unasur e incluso llevan adelante con Argentina a través de Garabí, un proyecto más pequeño que Yacyretá inclusive.
“Lo que no quieren es que Paraguay participe de sus beneficios”, alertan técnicos compatriotas consultados.
“Los diplomáticos brasileños, con cálculos diplomáticos, no técnicos, creen que su país perderá con la interconexión, y esa miopía no les deja ver que también ganarán, ¿Acaso se olvidan de los US$ 15 mil millones que les costó el apagón de 2001?, concluyen nuestras fuentes.
OLADE, 1990
La Organización Latinoamericana de Energía (Olade) ya en 1990 concluía lo conveniente que era una interconexión en el Cono Sur de América, incluso identificaba como la más recomendable la de Yacyretá e Itaipú. Las actitudes hipócritas de los países más fuertes ante la integración la aplazaron y en el 2001 Brasil tuvo un apagón que le costó US$ 15.000 millones y Argentina en el 2007, que le costó US$ 4.000 millones.
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