Nadie habla del tema si no es con optimismo. Que están las cosas bien, que el financiamiento no es problema, que se va a llegar a un acuerdo con las empresas pronto. Pero en Gobierno están preocupados porque la obra de Punta Negra parece trabada.
Punto uno: Costos. El consorcio Techint-Panedile pide más de lo que la provincia quiere pagar. Son cerca de 350 millones de dólares lo que demandan, según fuentes calificadas.
Cuando apenas se empezó a hablar de Punta Negra, el precio de este dique rondaba los 200 millones de dólares. Luego oficialmente fueron corrigiendo la cifra, a cerca de los 230 millones de dólares a principios de este año. Fue a medida que pasaban los meses y las gestiones en la Rosada, que terminaron con un compromiso de pagar el camino que une Los Caracoles con Punta Negra y una intención de destinar partidas presupuestarias nacionales en 2009 para completar el financiamiento que, de base, saldrá de la venta de la energía producida por Los Caracoles (unos 40 millones de dólares al año).
La plata, en el escenario ideal, es para Techint-Panedile, que por ley tiene prioridad para quedarse con la construcción de la obra, según se fijó cuando se reiniciaron los trabajos en su dique hermano, Los Caracoles. Así, no habría licitación, lo que el giojismo prefiere que pase bajo el argumento de que gana tiempo y no se expone a mayores costos dinerarios.
Esta adjudicación directa se dará, según el marco legal, sólo si se ponen de acuerdo las partes en el proyecto técnico y en el precio. Lo primero, con la experiencia del primer dique, sólo necesitó retoques. Pero los costos, tienen a los empresarios y a los técnicos de Energía Provincial del Estado (EPSE) deliberando desde hace meses, sin que haya humo blanco.
Desde fines de septiembre, cuando estaba previsto que las empresas presentaran su oferta en el papel, el gobierno se llamó al silencio con el precio ofertado, pero sí se supo que existió la oferta, y hasta algún colaborador G se animó a decir que estaba "acorde a los valores previstos".
Pero esta semana se oyó decir a un funcionario que tiene que ver con las negociaciones, que más de 300 millones es mucho, que no se puede pagar tanto, que Punta Negra es más chico que Los Caracoles y no se justifica.
En el acto de recibimiento de embajadores europeos, entre tanto dato referido al perfil provincial que se proyectó en pantalla gigante, el presidente del EPSE, Alejandro Hoesé, describió Punta Negra como una obra "cotizada en 350 millones de dólares". Lo dijo casi entre dientes, pero fue la primera reactualización oficial del precio que se escuchó en muchos meses.
Punto dos: Tiempos. Para el Día del Agua, el 10 de octubre pasado, Hoesé dijo con cierto pesar que "ya estamos tarde". Se refería a poder "enganchar" la culminación de Los Caracoles -lo que se prevé para marzo- con el inicio del segundo dique, con la idea de que se pueda preservar la mano de obra. Hoesé dijo que lo ideal es empezar con esa logística del traspaso un año antes para que sea lo suficientemente ordenada, por ejemplo, que no se desarmen estructuras del campamento que luego se reutilizarán. Punto tres: La crisis. El contexto para las negociaciones se tornó desfavorable de un día para el otro, se lamentan en gobierno. Los coletazos de la crisis financiera internacional, que generalizadamente pusieron a las inversiones en el freezer, pesan en la mesa de discusiones entre EPSE y la UTE de empresas.
Punto cuatro: No es cualquier obra y se viene 2009. Gioja es un fanático de los diques. Hace poco se metió por un túnel de Los Caracoles nadando para ver de cerca cómo se está llenando la presa. El complejo de diques es una obra insigne, fruto de una compleja ingeniería de acuerdos que logró en su primera gestión. Las obras en general -gran parte están en marcha gracias a la Nación, pero el gobernador ha sabido capitalizarlas- son una carta electoral importante para el giojismo. Y en gobierno evalúan que 2011 depende de la instancia legislativa 2009, un año con grandes definiciones, como Punta Negra.
Punto cinco: Una deserción. Hay alguien que está poniendo su cargo en juego con Punta Negra. Es Hoesé. En su entorno aseguraron que si no sale el negocio, él se va a fin de año, sumándole también motivos personales para su salida. Si se concreta, dejará vacante un cargo apetecible en el manejo de la energía sanjuanina.
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