Aguas Santafesinas SA (Assa) planea instalar 10 mil nuevos medidores residenciales en Rosario durante el año próximo, cifra que podría llegar a 14 mil si la disponibilidad presupuestaria lo permite. Con la medida se apunta a un objetivo doble: lograr mayor equidad en el pago del servicio y tender a un uso racional del recurso. A largo plazo la meta es el reemplazo total del sistema de "canilla libre" por el de la "micromedición", lo que permitirá que cada usuario abone por lo que consume y no por las superficies del terreno y la vivienda que tiene.
Assa lanzó una licitación para adquirir 10 mil medidores íntegramente destinados a Rosario. Actualmente en la ciudad ya hay instalados 35 mil, lo que representa alrededor del 10 por ciento sobre el total de cuentas y el 17 por ciento de las conexiones (diferencia que se explica porque en un mismo edificio puede haber una sola entrada de agua y tantas cuentas como departamentos).
Según explicó ayer el responsable de Relaciones Institucionales de Assa, Guillermo Lanfranco, hasta ahora los medidores se vienen colocando en todas las conexiones nuevas y a pedido de los usuarios que prefieren reemplazar su sistema de cobro. El 99 por ciento de las grandes superficies comerciales (industrias, negocios, lavaderos, restaurantes) también pagan por lo que consumen.
Sin embargo, con esta compra de 10 mil aparatos la idea de la empresa es extender la instalación también por propia decisión, como una "política proactiva". Para proceder al reemplazo no se tomarán tanto en cuenta las zonas, como la presunción de que existe un uso discrecional del agua y la extensión de la superficie residencial.
La intención es "ir avanzando año a año en el aumento del porcentaje de medidores". Y el objetivo es doble: lograr una mayor equidad ("es justo que cada usuario pague por lo que consume, como ocurre con la luz o el gas", graficó Lanfranco) y propender a la preservación del recurso a través de un uso más racional.
Según los organismos internacionales, 250 litros de agua diarios per cápita representan una buena provisión del recurso cubriendo todas las necesidades de consumo. Pero en Rosario cada habitante utiliza 500, nada menos que el doble, lo que indica un uso bastante poco racional.
Tipos de servicio.
En Rosario existen tres tipos de prestación del servicio: el que sólo provee agua potable, el de agua potable y cloacas (que representa el 68 por ciento de los hogares), y el de agua potable, cloacas y desagües pluviales (este último básicamente en el centro y macrocentro).
Cada una de esas categorías abona por bimestre, respectivamente, un promedio de 20 pesos, 41 pesos o 46 pesos. Si el cálculo se hace por día, los hogares pagan una media de 33 centavos, 68 centavos o 76.
Ocurre que lo que cobra la empresa puede ser resultado de lo que marca el medidor (es decir, por el consumo de cada metro cúbico) o de una fórmula polinómica que cruza la superficie de la vivienda, la del terreno donde ella está ubicada y el llamado factor de servicio, que no es otra cosa que el tipo de prestación. Y esa combinación de variables no siempre resulta la más justa.
Por eso en Assa confían en poder multiplicar los medidores, un reclamo de larga data tanto de la Asamblea Provincial por el Derecho al Agua como de la Multisectorial Rosario por el Agua (ver aparte).
Pero esa instalación, detalló Lanfranco, tiene sus costos: cada medidor y su colocación representan para la firma provincial unos 500 pesos (sin contar gastos de lectura y mantenimiento). "Es una gran inversión", sostuvo el directivo.
Ese costo será absorbido por Assa en caso de que sea la firma la que decida la instalación. Si el que solicita el medidor es un usuario, le corresponde pagar un canon de 250 pesos, y en cuotas.
Según dijo Lanfranco, en Rosario no existe una fuerte demanda de reemplazo y por lo tanto tampoco se registran muchos pedidos pendientes. A quien solicita un medidor, recordó, Assa debe instalárselo en no más de 90 días.
Imagen: Archivo Programa Infoagua
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