El análisis que realiza el IPA considera que la situación climática que vive el país es deficitaria respecto a las precipitaciones, el nivel hídrico en los suelos no contempla las necesidades para la buena producción de forraje. Si bien ha habido lluvias, en general no fueron suficientes, a excepción de zonas del Litoral norte donde se registraron altas marcas pluviométricas que atenuaron la situación de urgencia.
Se registraron también heladas al principio de la primavera, que fueron perjudiciales para la producción de forraje al afectar los rebrotes, además de los graves problemas que causaron en la vitivinicultura y la granja en el Sur del país.
Aguadas
Los ríos, arroyos y aguadas naturales han recuperado algo de su caudal luego de las precipitaciones y no se prevén serios problemas para la ganadería.
Mientras que las represas para riego no han llegado al nivel necesario para el riego del área estimada de arroz.
El campo natural ha tenido un magro desempeño en la producción de volumen de forraje aunque este mejoró en calidad, siendo mejor aprovechado por las categorías de recría. Las refertilizaciones fueron pocas porque los precios de los insumos son altos y las altas dotaciones en campos con producción forrajera disminuida atentaron contra la recuperación del tapiz. Respecto a las pasturas sembradas se observa escasa respuesta en volumen de producción por parte de las leguminosas, fundamentalmente el Lotus Rincón, que no ha generado la disponibilidad propia de su potencial.
Sembradíos
Las praderas y verdeos, por su parte, se han comportado bien. Es notorio el aporte de las gramíneas por una disponibilidad importante de nitrógeno en el suelo.
Debido a la oferta limitada de forraje, el estado corporal del ganado de cría es irregular en la mayoría de los casos. Luego del parto, los animales están en malas condiciones para enfrentar la lactancia y se teme por el alargamiento del período parto-concepción, poniendo en riesgo el próximo entore.
Las vaquillonas para entorar no tienen el estado corporal deseado y se esperaba un desarrollo bueno para la primavera que se compromete por la seca.
Las invernadas vienen retrasadas por la escasez de forraje, proviniendo su alimentación básicamente de pasturas mejoradas.
Los ovinos presentan un buen estado general porque aprovechan de mejor forma las pasturas cortas, comiéndolas al ras del suelo. La sanidad no se vio afectada por las enfermedades podales propias de suelos húmedos.
La esquila ha dejado como resultado un excelente rendimiento del peso de vellón. Las esquilas pre-parto fueron numerosas y dejaron buenos rendimientos de lana.
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