“Hace unas semanas recibimos una delegación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que controló el funcionamiento de la planta de San Felipe, debido a que solicitamos un crédito de $ 130 millones. Esos recursos se emplearán para reacondicionar el predio, ampliarlo y procesar la totalidad de los efluentes cloacales de la capital. En una primera etapa, llevaremos la capacidad de tratamiento a los residuos de 400.000 ciudadanos, y luego sumaremos los de 200.000 más”, dijo el gerente de Planificación e Infraestructura de la SAT, Sergio López.
“Si estuviéramos mintiendo ¿cómo habríamos aprobado la inspección del BID? Lo que ocurre es que no tratamos todos los líquidos cloacales por falta de estructura”, reconoció el funcionario.
López comentó que el BID también evalúa otro proyecto presentado por la SAT para construir dos plantas más de tratamiento. “Una estaría ubicada en Las Talitas y atendería las descargas orgánicas de la gente de esa localidad, de Villa Carmela y de Tafí Viejo. La otra se situaría en San Andrés y depuraría los residuos cloacales de Alderetes y de Banda del Río Salí”, indicó.
El organismo crediticio internacional realizó una contrapropuesta: edificar una sola instalación que permita procesar los líquidos cloacales de todas las localidades. “Estamos esperando una respuesta; a fines de este mes habrá una auditoría de parte del BID”, concluyó López.
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