Las autoridades vietnamitas alertaron hoy sobre brotes de enfermedades tras cuatro días de repentinas inundaciones, que cobraron ya más de 60 vidas y persisten en llegar a zonas de esta capital.
Según el Ministerio de Salud, la población encara la amenaza de epidemias de cólera, dengue, infecciones oculares y bronquitis, entre otros males, ante lo cual se deben tomar inmediatas medidas preventivas.
Por su parte, el Ministerio de Agricultura indicó que se deben replantar 10 mil hectáreas de vegetales y rehabilitar las instalaciones acuícolas, mientras los suministros al mercado se estabilizaron al 70 por ciento del volumen habitual.
Un sinnúmero de calles de Hanoi siguen invadidas por las riadas y las escuelas cerradas.
El gobierno provincial subrayó que la máxima prioridad del territorio es el drenaje y aseguramiento de diques en las áreas afectadas y garantizar el abastecimiento de alimentos y los servicios médicos.
Al cierre del lunes la cifra de muertos o desaparecidos en el centro y norte del país se elevó a 64 y las pérdidas bordean los 180 millones de dólares.
Los ríos del norte siguen crecidos y se mantiene una alerta de grado tres ante posibles desbordes, dada la subida entre cuatro y 14 metros de los caudales.
El gobierno vietnamita encomendó el ejército la reparación de los diques. Los partes meteorológicos advierten que las provincias norteñas seguirán bajo el azote de la lluvia y una entrante ola fría.
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