Distribuidores de ocho importantes embotelladoras de agua potable se encuentran paralizados desde este lunes como medida de protesta contra la intención inconsulta de los propietarios de estas empresas de elevar los costos por cada botellón, situación que pudiera generar una aguda escasez del vital líquido en el estado Carabobo.
Alrededor de 100 despachadores que laboran para la Embotelladora La Yaguara, ubicada en la vía a Barrera del sector Tocuyito en el municipio Libertador, se mantienen apostados con sus camiones en las puertas de la planta, para exigir una reunión con sus propietarios, a fin de llegar a un acuerdo.
Los distribuidores explicaron al equipo reporteril de El Carabobeño que este lunes fueron informados de la intención de elevar el costo por botellón de 1.64 bolívares fuertes a 2.725, situación que rechazan, pues aseguran que de concretarse el negocio les generaría pérdidas.
Detallaron que si se da el aumento, ellos tendrían a su vez que elevar el precio de venta al consumidor, escenario que ven poco probable, porque aseguran que difícilmente las familias accederán a pagar altos costos por el agua potable.
Por si fuera poco, advirtieron que los dueños de la empresa pretenden además volver a aumentar en diciembre el valor de cada botellón a 3.5 bolívares fuertes más IVA, decisión que bajaría a pique sus ventas.
Alertaron que la situación es tan grave que otras siete embotelladoras, seis de ellas ubicadas en Tocuyito y una en Guacara, se encuentran en la misma situación, y que los aproximadamente 100 distribuidores con los que cuenta cada una, también estarían de brazos caídos desde el lunes.
Precisaron que las embotelladoras asentadas en Tocuyito son Agua Santa, Prisma, José Gregorio, Minalca, Agua Mía y Santa Ana, mientras que La Cascada cumple sus operaciones desde el municipio Guacara. Asimismo, advirtieron que las empresas en conflicto prestan el servicio en todo el estado Carabobo.
Aunque la protesta se ha desarollado de manera pacífica, los distribuidores aseguraron que no se moverían de la planta La Yaguara, hasta que los dueños de la compañía se reúnan con ellos y escuchen y entiendan sus demandas, por lo que se desconoce el alcance que pudiera generar este problema.